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MÉXICO, DF.- Investigadores de diversos institutos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudian la posibilidad de tratar la depresión, con el empleo de la nicotina, afirmó Alfonso Escobar Izquierdo.
De acuerdo con el especialista del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, el interés de este grupo multidisciplinario en usar la nicotina para controlar la depresión, surgió luego de la observación empírica en fumadores crónicos.
“Hasta este momento la hipótesis de esta parte del proyecto se enfoca al hecho de que la nicotina que contiene el tabaco, entre otros compuestos, es el motivo por el cual los fumadores crónicos adictos a la nicotina muestran no ser susceptibles a la depresión’’, explicó Escobar.
Sin embargo, el investigador advirtió en entrevista que la nicotina es una sustancia que causa adicción y es tóxica para el organismo del individuo, y eventualmente puede causarle cáncer.
“En realidad la cifra de los casos de cáncer es mínima, pero de lo que no se escapa el fumador habitual es de la fibrosis pulmonar que conlleva a un estado patológico denominado enfisema.
En estas personas se llega a un momento en que sus pulmones están tan fibróticos que ya no se reexpanden ni se contraen con los mecanismos respiratorios, por lo que el recambio de aire es mínimo, lo cual genera déficit de oxígeno y muerte lenta’’, acotó.
Para contrarrestar los efectos nocivos de la nicotina, dijo, en el tratamiento de la depresión experimental dentro de este proyecto de investigación, la nicotina se administra por vía oral y en la dosis adecuada, ya que existe una gran diferencia cuando se inhala a cuando se ingiere. Escobar explicó que existen personas que no fuman pero sí mastican tabaco. “Recuerdo haber visto a los jugadores de béisbol masticando tabaco todo el tiempo.
Ahora ya no lo hacen porque a la larga les producía cáncer por irritación crónica de la laringe y de la faringe o cáncer en la lengua. Pero si se les da tomada y se pone sólo la dosis necesaria los resultados podrían ser otros’’, expresó.
El investigador universitario fue preciso al señalar que el equipo multidisciplinario que conforma el proyecto de investigación no intenta curar los síndromes depresivos.
“Más bien estamos dando una pauta para entender el mecanismo de los síndromes depresivos, que es diferente, y el que nuestro proyecto vaya a tener o no una aplicación clínica aún no lo podemos predecir’’, porque apenas el estudio está en una fase inicial.
Escobar, quien trabaja en este estudio con Limei Zhang, del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina y René Drucker, del Instituto de Fisiología Celular, comentó que la depresión es uno de los mayores padecimientos de nuestro tiempo.
Muchas personas en el mundo, dijo, sin importar razas, nacionalidades o culturas sufren esta enfermedad que aparece cuando sentimos que la vida no está de acuerdo con nuestras expectativas y tomamos el camino de la resignación y el desánimo sin poder encontrar otra salida.
El investigador emérito de la UNAM destacó que “a la depresión se llega y, una vez ahí, la apatía nos invade’’, lo que provoca que la vida carezca de sentido y las ideas suicidas se hacen presentes. De acuerdo con los términos que se emplean actualmente, abundó, la depresión es un estado subjetivo mental, en el cual el individuo cree no ser capaz de lidiar con su entorno.