SUN-AEE
MEXICO, D.F.- Las manipulaciones de la ley en el “Pemexgate”, caen por su propio peso, y será el poder Judicial Federal el que ponga a cada quien en su lugar, estableció la bancada del PRI en el Senado, luego de que un juez en Nueva York, desechó una causa en la que la PGR denunciaba “lavado” de dinero en el Sindicato Petrolero.
Los 43 millones de dólares que reclamaba la Procuraduría General de la República fueron depositados fuera del país por el Sindicato de Petroleros para cubrir obligaciones en el exterior, y haberlo reclamado fue una torpeza del Gobierno Federal, señaló.
El fallo del juez Robert M. Levy, de Nueva York, fue emitido una vez que se vencieron varios plazos fijados a la PGR para que acreditara delitos federales, en contra del Sindicato Petrolero, en torno de un escándalo que al PRI le costó una multa de mil millones de pesos, impuesta por el Instituto Federal Electoral.
Al respecto, en el Senado estimó como buena para su causa la noticia del juez Levy, pero informó que no buscará que se dé marcha atrás a el castigo multimillonario.
David Jiménez González, presidente de la Comisión del Distrito Federal e integrante de la de Justicia, dijo que con este caso fracasado, el gobierno causó daños irreparables al prestigio de las personas, por acusar sin pruebas.
“La gente se va a dar cuenta de que todo fue una acusación infundada, y que la sanción económica del IFE al Partido Revolucionario Institucional (PRI), es injusta, sin fundamento, ni razón lógica”, anotó Jiménez González.
En cambio, reprochó, no se ha visto una actitud ni siquiera similar, en cuanto a los señalamientos de los “Amigos de Fox”. Hemos visto una parcialidad total, para afectar ante la opinión pública a un partido político, en las elecciones de julio próximo.
Lamentó que no se pueda dar marcha atrás a la multa de los mil millones de pesos, “porque ya la confirmó el tribunal electoral, y se trata de una resolución definitiva, que debe cumplirse”.
Por su parte, el senador Mariano González Zarur, dijo que el “Pemexgate”, por las torpezas con que fue construido, “está reventado”, desde que se encontraba radicado en el Tribunal Electoral.
Las acusaciones, como las que no prosperaron en Estados Unidos, se presentaron sin pruebas, y no se integraron averiguaciones que las hicieran valer.
Por eso el gobierno metió las manos, dijo González Zarur, para cambiar de último momento a uno de los magistrados del Tribunal Electoral, cuando debió mantenerse al margen del poder Judicial.