El agente de la Policía Ministerial vinculado con la falsificación de cheques de la Secretaría de Educación Pública se deslindó de toda responsabilidad negando su participación en dicho ilícito.
Tanto la dirección y el nombre de José Ángel Bayona Hernández coinciden con los datos que aparecen en la credencial del IFE utilizada para cobrar los documentos duplicados, pero con diferencias importantes: la fotografía no es la misma, el primer apellido está escrito con ll, la dirección es la de su mamá y la firma tampoco es similar.
José Ángel acudió a la redacción de este periódico con el fin de aclarar lo sucedido y señalar que él no tiene nada qué ver en este problema.
Declaró que los primeros en buscarlo fueron los encargados de la papelería Escolar, acudiendo hasta el módulo de vigilancia ubicado en la carretera al Mezquital, de donde lo trasladaron a las oficinas para hacer un careo y descubrieron que él no había sido la persona que acudió a dicho establecimiento comercial a comprar mercancía con el cheque falso. Posteriormente pidieron su presencia en Cavalier, Mueblería Central, Del Sol y el ISSSTE.
Mencionó que no tienen la mínima idea de quién o quiénes sean los responsables de este delito, pero es obvio que debe conocerlo a él, puesto que utiliza su nombre y la dirección de su madre.
Explicó que está totalmente dispuesto a esclarecer todo este asunto, que sólo le ha dado problemas que no se ha buscado; además, indicó que nunca se ha escondido, ya que incluso cuando trataron de localizarlo con su mamá ella les señalaba que ahí no vivía, pero sí proporcionaba su dirección.
Puntualizó que tiene siete años de trabajar en la Procuraduría General de Justicia del Estado y anteriormente estuvo comisionado en Tlahualilo, tiempo en el que surgieron otros supuestos pagos con cheques apócrifos.