21 noviembre 2003.
Bogotá, (EFE).- El presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, negó hoy haber ofrecido renunciar por el supuesto ingreso de dinero del narcotráfico a su campaña electoral del año pasado y afirmó que sus declaraciones fueron "tergiversadas".
El mandatario, en una entrevista con la cadena de radio colombiana "Caracol", se refirió a unas declaraciones concedidas horas antes al canal de televisión ecuatoriano "Gamavisión", según las cuales dijo que dejaría la Presidencia si se comprueban las denuncias.
"Yo le aclaré al periodista: usted me está preguntando, no es que yo concluya eso", aseguró el presidente ecuatoriano.
Gutiérrez subrayó que a la acusación "se le quiere politizar porque estamos próximos a elecciones. Hay un partido político que se llama Izquierda Democrático al que derrotamos en elecciones y si lo volvemos a derrotar, va a desaparecer".
El gobernante ecuatoriano señaló que la detención del ex gobernador César Fernández, investigado por narcotráfico, "es la muestra más contundente de que nosotros no tenemos nada que ver" con ese delito.
Añadió que el dinero invertido en su campaña "entre la primera y la segunda vuelta no superaron los 450.000 dólares" y aseguró que "no es ni la mitad de lo empleado en la primera por otros partidos. "Es la campaña más barata en toda la historia democrática del país", puntualizó.
Gutiérrez admitió "la pequeña posibilidad de que, a lo mejor, alguien pudo a mis espaldas recibir dinero", pero reiteró que sus cuentas y las donaciones de campaña fueron "transparentadas" ante las autoridades electorales.
El mandatario advirtió de que este tipo de polémicas le hacen daño al país en el exterior".
Los hechos denunciados en Ecuador guardan similitud con lo ocurrido con el ex presidente liberal colombiano Ernesto Samper (1994-98), quien fue acusado de recibir unos seis millones de dólares por parte del cartel de Cali para financiar su campaña electoral.
Samper afirmó que si el dinero entró a la campaña fue "a sus espaldas" y, aunque fue absuelto por un comité del Congreso, Estados Unidos le canceló el visado de entrada a ese país y gobernó cuatro años marcado por las acusaciones.