01 septiembre 2003
Bagdad, (EFE).- Una grabación atribuida al presidente depuesto iraquí Saddam Hussein negó hoy su implicación en el atentado que costó la vida al ayatolá Mohamed Baqir al Hakim en Nayaf, donde cientos de miles de chiíes se preparan para enterrar el martes al que era su máximo líder.
En una cinta de audio divulgada hoy por el canal de televisión árabe Al Arabiya, la supuesta voz del derrocado dirigente iraquí calificó de "silbidos de serpiente" las acusaciones de algunos grupos chiíes y miembros del Consejo de Gobierno provisional sobre su responsabilidad en el atentado.
"Seguro que todos ustedes han escuchado el silbido de las serpientes de quienes han acusado sin pruebas a los que calificaron de seguidores de Saddam Hussein", dijo la voz atribuida al presidente depuesto.
También insistió en que "Saddam Hussein no es el líder de una minoría o de uno de los grupos, sino el dirigente de todos los iraquíes, sean árabes o kurdos, suníes o chiíes, musulmanes y no musulmanes".
Al Arabiya no precisó cómo obtuvo la cinta, divulgada tres días después del atentado con coche bomba en Nayaf, a unos doscientos kilómetros al sur de Bagdad, en el que murieron más de ochenta personas y dos centenares resultaron heridas.
Los líderes de la comunidad chií han acusado a "seguidores del antiguo régimen" de estar detrás del atentado, pero criticaron duramente la actuación de las tropas de ocupación, a las que acusaron de no garantizar la seguridad en el país.
Centenares de miles de chiíes que participan en el funeral del ayatolá Al Hakim prosiguen hoy su marcha a pie hacia Nayaf, donde continúan las manifestaciones de luto y los llamamientos a la venganza.
La marcha comenzó el domingo en Bagdad, donde los participantes llevaron el ataúd envuelto en una tela por las calles del barrio chií de Qadhimiya, donde se encuentra el santuario del imán Al Qadhim, nieto del imán Ali, yerno del profeta Mahoma de quien son seguidores los chiíes.
Desde Qadhimiya, los participantes en el funeral se dirigieron hacia la ciudad santa de Kerbala, a unos cien kilómetros al sur de la capital, y hoy tienen previsto recorrer los noventa kilómetros restantes hasta Nayaf.
En Bagdad, el Consejo de Gobierno provisional iraquí anunció hoy la formación del primer Ejecutivo en la posguerra, de veinticinco ministros y compuesto según criterios de distribución étnica y religiosa en el país.
Según un comunicado del Consejo, los musulmanes chiíes, que representan casi dos tercios de los veinticinco millones de habitantes del país, asumen la responsabilidad de trece carteras ministeriales, mientras que los suníes ocupan cinco, otras tantas los kurdos, los turcomanos una y los cristianos asirios otra.
Los ministerios clave han recaído en Hoshiar Zebari, uno de los más destacados líderes del Partido Democrático Kurdo (PDK), que será ministro de Asuntos Exteriores; el chií Ibrahim Bahr al-Uloum, encargado del ministerio de Petróleo, y el suní Kamel al Keylani, que encabezará Finanzas.
Han desaparecido los ministerios de Defensa, Información y Asuntos Islámicos, los dos primeros disueltos en mayo por el jefe de la Administración Civil de Iraq el estadounidense Paul Bremer.
Según fuentes iraquíes, el nuevo gabinete no tendrá primer ministro y la última palabra la tendrá Bremer, al menos hasta la formación de un Gobierno nacional salido de unas elecciones generales, que se celebrarán probablemente en el 2004.