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Beijing, China.- El jefe ejecutivo de Hong Kong, Tung Chee-hwa, rechazó ayer que vaya a dimitir, ya que en la actual crisis sería irresponsable, por lo que prometió consultar a la población para reformular el proyecto de ley que generó inconformidad. La crisis se desató por sus intentos de imponer una polémica propuesta de ley sobre seguridad nacional, conocida como Artículo 23, la cual, según analistas, restringiría de manera notable las libertades de expresión.
Un día después de que dos de los más importantes ministros de su gabinete, el de Finanzas y de Seguridad, anunciaron sus renuncias, Tung convocó a la prensa para asegurar que tiene la intención de permanecer al frente de Hong Kong.
Tung, quien enfrenta la mayor crisis política de esa región administrativa especial, explicó que Hong Kong atraviesa momentos críticos en los ámbitos político, económico y social, por lo que una dimisión de su parte sería una irresponsabilidad.
Hong Kong necesita estabilidad política y social, por esa razón "tengo que permanecer firmemente en mi cargo con el fin de llevar a la región hacia un futuro mejor", dijo el jefe ejecutivo, a quien la población ha exigido su renuncia.
Tung aceptó las dimisiones de Antony Leung, titular de Finanzas, y de la controvertida Regina Ip, de Seguridad, quienes argumentaron razones personales, y presentó al gobierno central una propuesta para relevarlos de sus cargos de acuerdo con la Ley Básica de Hong Kong.
Reportes de la agencia china de noticias Xinhua precisaron que Tung lamentó la salida de los dos ministros y reconoció la labor que desempeñaron en la antigua colonia británica, que vive su peor crisis desde que su soberanía regresó a China en julio de 1997.