BELFAST, (Reuters) - Una niña de 10 años de Irlanda del Norte recogió una bomba de fabricación doméstica y la llevó al interior de su casa, pero escapó ilesa, dijo la policía.
La niña, hija de un oficial de la prisión en Bangor, a 16 kilómetros al este de Belfast, encontró frente de su casa lo que la policía describió como un "dispositivo improvisado". Este había sido lanzado contra la casa durante la noche.
"Ella lo llevó dentro de la casa, pero pasaron varias horas antes de que los padres se percataran de lo que era y entonces alertaron a la policía", dijo una portavoz policial.
La pequeña bomba fue desactivada por expertos de explosivos del ejército británico tras una larga operación.
Funcionarios de prisiones son a menudo blancos de ataques de grupos paramilitares de ambos lados de las divisiones sectarias durante los 30 años de conflicto entre los protestantes pro británicos y los católicos pro irlandeses.
A pesar de una dramática caída en el nivel de violencia desde los ceses del fuego en los 90, continúan los ataques ocasionales contra oficiales de prisiones.