SALTILLO, Coah.- “Mi comunidad vive un sin fin de problemas, pero lo que más nos afecta a los niños directamente, es el vandalismo y la drogadicción”, denunció Gabriel Alejandro Arellano Valles, originario de Torreón, de 10 años de edad, durante su intervención ayer en el Congreso del Estado donde 35 niños de todo Coahuila, fueron “diputados” por un día; como un homenaje del Poder Legislativo a la niñez coahuilense.
Los pequeños “diputados” sesionaron con todo el protocolo y formalidad como una sesión normal del pleno. Se sentaron en las curules e hicieron diversas propuestas, sobre temas de seguridad pública, ecología y educación, entre otros.
No faltó quien comentara en voz alta que mejor se quedarán los niños como diputados de verdad. “Además de ser honestos, leen y hablan mucho mejor que los grandes”, comentó un reportero de la fuente.
El niño Arellano Valles, escolar de la primaria Centenario, de Torreón, dijo que los jóvenes que integran las pandillas en la ciudad lagunera los tratan de inducir a formar parte de ellas y a consumir drogas.
“Los que les venden las drogas a las pandillas, en las calles, en las esquinas y en cualquier barrio, son personas, si es que se les puede llamar personas, no les importa envenenarnos con tal de ganar dinero”, expresó.
Dijo que usan a compañeritos de su misma edad para que los induzcan a consumir drogas, pero que primero se las regalan para luego cobrárselas cuando adquieren cierta dependencia.
Señaló que las pandillas pintarrajean las bardas; causan riñas callejeras y destruyen automóviles, pero que lo peor es que desperdician sus propias vidas.
Arellano Valles, consideró que para solucionar estos problemas de pandillerismo y drogadicción, es necesario que en todos los planteles escolares existan las escuelas para padres; y que haya más espacios deportivos y culturales, entre otras cosas.
“Que se vigile afuera de todas las escuelas para que no haya distribución de drogas, y que se castigue con mano dura a los que nos envenenan”, concluyó.