FORT LAUDERDALE, Florida, EE.UU. (AP) .- Los niños obesos son más propensos que otros a caer en la tentación de la comida rápida y cuando lo hacen se atiborran de ella en mayor medida, reveló un estudio.
Asimismo, el sistema digestivo de estos niños tiene una mayor dificultad para compensar los alimentos si comen poco durante el resto del día.
El estudio es el último informe de nutricionistas que tratan de averiguar cuál es el vínculo entre la comida rápida y la creciente obesidad entre los jóvenes. Las estadísticas apuntan a que uno de cada 10 niños o adolescentes es obeso.
Aunque muchos acusan al fenómeno de la comida rápida por el problema de la obesidad en Estados Unidos, su influencia real no es muy clara.
Muchos estadounidenses comen en grandes cantidades sin hacer ejercicio. Además, muchas de las personas que van a un restaurante de comida rápida se atragantan con una triple cheeseburger.
"Todo el mundo está comiendo comida rápida, en todos los grupos socioeconómicos", apunta el médico David Ludwig, un experto en obesidad entre los niños. "Pero si todo el mundo está comiendo, ¿por qué hay algunas personas flacas?"
Su equipo de trabajo del hospital de niños de Boston se propuso responder a esa incógnita con un experimento de 26 niños obesos y 28 de contextura normal.
"Coman todo lo que quieran hasta que se llenen", les dijeron a los niños. "Hay más comida disponible, y pueden comer lo que quieran".
Todos comenzaron a comer el equivalente a 2.100 calorías, y comieron bastante, tanto los flacos como los gordos. Pero al final, los niños obesos comieron mucho más. Los gordos consumieron un 67% de las calorías que necesitan al día, mientras que los flacos obtuvieron un 57%.
Luego, los científicos quisieron ver cuánto podían comer en ese mismo día en el que comieron comida rápida. Los niños obesos ingirieron un total de 400 calorías más que en un día que comen en casa. No obstante, los otros niños comieron la misma cantidad que cuando no tienen comida rápida.