LOS ANGELES, (Reuters) - La pregunta en boca de muchas mujeres es "¿Qué le estaría pasando por la mente?", a veces enfadadas, otras suspirando o en medio de carcajadas al referirse a sus esposos, novios o hijos.
Y surge otra serie de interrogantes: ¿Cual es la obsesión de los hombres con los carros? ¿Por qué nunca se dan cuenta de todo el trabajo que hay que hacer en casa? ¿Por qué tienen que tener a toda hora el control remoto de la televisión? Y la más desconcertante de todas: ¿Porqué simplemente no habla conmigo?.
Las respuestas, según el filólosofo social y autor Michael Gurian, no radican en la pereza, el machismo o la pura terquedad sino en las profundas diferencias entre el cerebro femenino y el masculino y los científicos ahora tienen la tecnología para demostrarlo.
El libro titulado "¿En qué estaría pensando? Cómo funciona en realidad la mente de los hombres" combina dos décadas de investigaciones neurobiológicas con anécdotas de la vida cotidiana y la experiencia de Gurian como terapeuta familiar para presentar una nueva visión de la mente masculina.
Gurian, autor del innovador libro "The Wonder of Boys" de 1996 y posteriormente "The Wonder of Girls," no es antifeminista.
Está casado y tiene dos hijas y su obra explora el campo de la ciencia que estudia el cerebro para contribuir a mejorar las relaciones entre las parejas.
LA PARTE CIENTIFICA
Los avances en la tecnología y la interpretación de las placas de PET con imágenes radiactivas y las tomografías con imágenes de resonancia magnética (IRM) ahora pueden demostrar si un hombre y una mujer están verdaderamente enamorados al cuantificar la actividad en la circunvolución del cuerpo calloso, un centro de las emociones en el cerebro, dijo Gurian.
El libro de Gurian guía al lector no científico a través del complejo mundo de la neurociencia y lo familiariza con algunas de las fuentes más frustrantes de conflicto entre los hombres y las mujeres en las relaciones largas.
El cerebro masculino secreta una menor cantidad de la poderosa sustancia química oxitocina que establece vínculos emocionales y menor cantidad de serotonina, una sustancia química tranquilizante, que el cerebro femenino.
Por lo tanto, mientras las mujeres consideran que las conversaciones emotivas son una buena forma de relajarse al final del día, el cerebro de un hombre cansado necesita excluir toda charla de ese tipo para poderse relajar, que es la razón por la que quiere el control remoto del televisor para cambiar canales entre películas de acción y deportes.
El cerebro del hombre percibe menos detalles sensoriales que el de la mujer, por lo que no ve ni siente el polvo o el desorden en casa de la misma manera. Además, el cerebro masculino posee menor identidad personal con el interior de una casa y mayor con el sitio de trabajo o el patio, la razón por la cual no le entusiasman las labores del hogar.
Las hormonas masculinas como la testosterona y la vasopresina disponen al cerebro del hombre a buscar grupos competitivos, con jerarquías, en su constante batalla por demostrar su identidad y valor personal. Por eso los hombres, paradójicamente, se vuelven más adictos al trabajo después de que tienen hijos, a los que tienen que demostrar lo que valen.
DE REGRESO A LA NATURALEZA
Gurian dice que su libro está dedicado especialmente a las mujeres. "Los hombres ya saben esto. Comparten su vida con su cerebro pero no tienen el lenguaje consciente para explicarlo".
(En cambio) las mujeres no lo viven así.
"Si tienen una relación con un hombre, espero que se sientan bien informadas, entretenidas y conmovidas, y que tengan una nueva visión de la manera como pueden hacer que sus relaciones funcionen", expresó.
"Yo ruego a la gente que vuelva a la naturaleza, observe las tomografías y vea las diferencias en el cerebro y se de cuenta que todo tiene sentido", agregó Gurian.
Si esto es así, las consecuencias son profundas para una generación de mujeres "liberadas" que fueron criadas para que creyeran que son los hombres los que tienen que cambiar, y los hombres los que deben responder a una manera femenina de interactuar para que un matrimonio funcione.
Gurian comenta que los hombres pueden aprender nuevas habilidades y alterar su comportamiento, pero no son capaces de satisfacer todas las expectativas de las mujeres.
"La cultura popular se concentra mucho en tratar de acercar a la gente. La mayoría de las personas cree que los matrimonios se separan debido a que los hombres y las mujeres no se acercan lo suficiente", dijo Gurian.
"La gente quiere amarse. Si podemos aprender sobre más quiénes somos, no lo que él ESTA pensando, sino lo que PODRIA estar pensando, entonces me siento más optimista", agregó.