MOSCU, (Reuters).- Hubiera sido una unión hecha en el cielo, pero no lo será.
Problemas técnicos y legales han obligado al comandante de la Estación Espacial Internacional, Yuri Malenchenko, a posponer su boda, en la que habría estado separado de su novia por al menos 380 kilómetros de atmósfera y espacio.
La Agencia Espacial Rusa informó que el cosmonauta, quien conoció a su novia en Houston, la sede de la misión de control estadounidense, tendrá que esperar su regreso a la Tierra en octubre para dar el "sí".
"Habría sido interesante, pero no se puede hacer este tipo de cosas espontáneamente", afirmó Sergei Gorbunov, portavoz de la Agencia Espacial y de Aviación Rusa.
La novia de Malenchenko, Ekaterina Dmitriev, dijo la semana pasada que el cosmonauta se le había declarado en diciembre antes de viajar al espacio, y que no quería esperar para casarse.
El cosmonauta tenía un esmoquin y un anillo para la boda, que se habría realizado por teléfono o por poder, pero otros preparativos resultaron demasiado problemáticos, dijo Gorbunov.