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MÉXICO, D.F.- El procurador Rafael Macedo de la Concha afirmó que en la Procuraduría General de la República (PGR) “no hay línea ni consignas”, al tomar la protesta a 101 nuevos agentes del Ministerio Público de la Federación y 65 peritos profesionales egresados del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).
Ahí, el procurador Macedo de la Concha llamó a los nuevos funcionarios a cumplir con su responsabilidad, actuar con legalidad, aplicar la ley y a que no les tiemble la mano para meter a la cárcel a responsables o dejar libres a inocentes.
“Todos gozarán de plena autonomía en su trabajo, aquí no hay líneas ni consignas, aquí hay esfuerzo, aquí hay cumplimiento de la ley, aquí velamos por el estado de derecho y por el bienestar de los mexicanos”, añadió.
El funcionario comentó que el factor humano es fundamental para engrandecer o destruir a las instituciones.
Por ello, recordó que durante su gestión más de mil 600 servidores públicos han sido llevados a los tribunales por traicionar la confianza de los mexicanos y actualmente más de mil 500 están sujetos a investigación por no cumplir con su deber.
En este contexto, Macedo de la Concha afirmó que para consolidar su transformación, la PGR debe contar con servidores públicos mejor preparados y que respondan a las exigencias de una sociedad que anhela justicia y seguridad, buscando erradicar la corrupción, impunidad, prepotencia, las violaciones a los derechos fundamentales.
Es necesario, dijo, recuperar al Ministerio Público de la Federación y consolidar las carreras ministerial y pericial, con el fin de servir mejor a los mexicanos, y acabar así con cualquier caso de fabricación de culpables, invención de pruebas o socavar los derechos ciudadanos.
En tanto, el titular del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Gerardo Laveaga Rendón, destacó que desde el inicio de esta administración, la PGR tiene como prioridades la especialización y la profesionalización de sus áreas sustantivas.
Antes, agregó, el Ministerio Público no se preparaba para investigar de manera científica, su papel se reducía a informar al poder o a quienes contaban con influencia económica quién estaba con ellos y quién no.
“Se acusaba por consigna, se juzgaba por consigna, se absolvía y se condenaba por consigna. Hoy, cada acusación debe documentarse, cada actuación debe fundamentarse en el Derecho”, apuntó.