Por Arturo González González
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Fecha para una nueva reunión fue el único acuerdo que se obtuvo de la desordenada discusión que autoridades municipales entablaron durante dos horas el día de ayer con los vecinos inconformes con la construcción de unas bardas para aislar un terreno adjunto a la colonia Valle Oriente.
Alrededor de la una con veinte minutos de la tarde, una comitiva de funcionarios del Ayuntamiento de Torreón, arribó al fraccionamiento en donde los esperaban alrededor de 30 colonos, en su mayoría mujeres.
En la planta alta de un local de venta de pollos, ambas partes iniciaron las pláticas como se había acordado una semana antes, en las cuales se informaría la respuesta del propietario del predio que se está embardando, Elías Serham Selim, respecto a las exigencias de los pobladores afectados: que se dejara al menos espacio para una calle.
Quien se encargó de presidir la reunión fue el primer regidor, René Nahle Aguilera y estuvo acompañado por los demás integrantes de la Comisión de Obras Públicas del Cabildo: Iván Chávez Lastra, José Ignacio Máynez y Mayela Ramírez Sordo.
Al lugar también acudieron Alfonso Tafoya Aguilar, secretario del Ayuntamiento; Carlos Bracho González, director de Atención Ciudadana; Margarita Lascuráin de Murra, directora de Desarrollo Humano y Raymundo Rodríguez de la Torre, gerente técnico del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas).
Los quejosos volvieron a exponer sus razones para no aceptar el levantamiento de los muros, los cuales ya están prácticamente terminados.
Argumentaron que 20 calles van a quedar cerradas, lo cual consideran peligroso en caso de que se presente una fuga de gas, porque “no tendríamos para dónde correr”, dijeron.
Además, establecieron que las inundaciones que padecen en épocas de lluvias se van a agravar “porque el agua no va a tener para dónde irse”. En este punto agregaron que cuando se presentan estas contingencias, el líquido llega a subir hasta los tobillos y que incluso ha habido casos en los que el drenaje común se llena y las aguas negras empiezan a brotar.
Los representantes de la Presidencia Municipal expusieron una serie de soluciones alternativas como la de reparar el drenaje pluvial, que en la parte inferior de las estructuras levantadas se dejaran unas rendijas para el libre paso del agua, entre otros.
Pero la contestación de los inconformes fue tajante: “primero las bardas, luego lo demás”.
Después de varios minutos de intercambiar puntos de vista, los demandantes solicitaron conocer la respuesta del dueño del terreno de 27 hectáreas: “¿qué les dijo, nos va a dejar una calle o no?”.
A lo cual, Nahle Aguilera manifestó: “él dice que no puede hacer eso porque ya existe un proyecto bien planeado que contempla la construcción de centros comerciales y áreas habitacionales”.
José Ignacio Máynez reiteró la versión y dijo: “les estamos proponiendo solucionar sus problemas de inundaciones pero no podemos intervenir para prohibir la construcción de la barda porque el señor está en todo su derecho de proteger su propiedad”.
Los vecinos se mostraron insatisfechos y los ánimos empezaron a caldearse, al grado de que los gritos y el desorden dominaron la reunión. Los funcionarios intentaban conservar la calma y exhortaban a los pobladores a hacer lo propio.
El desacuerdo llegó al grado que el contingente de quejosos estuvo a punto de abandonar el recinto. “No hay solución, no hay solución”, vociferaron y amenazaron con volver a bloquear el bulevar Torreón- Matamoros, como lo hicieron hace ya 15 días.
René Nahle logró por fin convencerlos de que tomaran asiento para llegar a un acuerdo, “siempre respetando el marco legal”, les sugirió.
Aunque la negociación se retomó, el orden no volvió a aparecer. Todos hablaban al mismo tiempo y ninguna de las partes se hacía entender.
“¿Cuánto les dieron?... ¿ya se vendieron...? ¿Cuánto les dieron? para que nos den a nosotros también... que venga el dueño”, exclamaban unas vecinas.
El Primer Regidor se comprometió a dialogar otra vez con el dueño para exponerle la inconformidad de los colonos, quienes al final, no muy convencidos, aceptaron una nueva reunión a celebrarse el próximo miércoles 30 de julio a las seis de la tarde.
Dentro de la ley
“Nosotros no podemos obligar al propietario de este terreno a que quite las bardas puesto que él está actuando legalmente”, dijo el primer regidor, René Nahle Aguilera, al concluir la reunión entre las autoridades municipales y los colonos inconformes de Valle Oriente.
No obstante, comentó que “no podemos cerrar la vía de la negociación, siempre dentro del respeto y de la legalidad”.
El funcionario señaló que ante la negativa de los vecinos respecto a las alternativas ofrecidas tanto por el Ayuntamiento como por el propietario, es necesario volver a entablar un diálogo con éste, “pero no podemos prometer que él esté dispuesto a conceder lo que ellos están pidiendo: abrir cuatro o cinco metros para una calle”.
Por su parte, Juan Manuel Ríos Ortega, habitante de Valle Oriente, expuso: “vemos muy lento al Ayuntamiento, esperábamos para esta reunión una respuesta más concreta... nosotros le hicimos una petición y no nos dio lo que esperamos”.
Más adelante, el quejoso manifestó que incluso estarían dispuestos a comprarle al propietario del terreno para instalar la calle deseada.
Acerca de una nueva reunión, expresó: “es positivo, mientras no se cierren las negociaciones... esperamos que ahora sí quedemos tranquilos pero, la verdad, no le vemos muchas ganas a las autoridades”.