13 octubre 2003
Jerusalén, (Notimex).- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, nombró hoy a Hakarn Balaui como ministro provisional del Interior, una decisión que apunta a fortalecer su dominio sobre los cuerpos de seguridad palestinos.
La determinación coincidió con el informe de que negociadores informales de la ANP y de opositores israelíes, llegaron la víspera al "Acuerdo de Ginebra", sobre el regreso de los refugiados palestinos y la Explanada de las Mezquitas, en esta ciudad.
Balaui, también secretario general del gabinete de crisis del primer ministro Ahmed Qureia, reemplaza al general Naser Yussef, quien se negó a asumir su cargo antes de la aprobación de los ministros por el Consejo Legislativo Palestino (CLP).
Le negativa significó no jurar el cargo ante Arafat, pero sobre todo Yussef pretendía contar con más injerencia sobre los cuerpos de seguridad palestinos.
El control de los cuerpos de seguridad es un álgido punto del Mapa de Ruta impulsado por Naciones Unidas, Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia (el Cuarteto), con el fin de terminar con los atentados a cargo de Hamas y la Yihad Islámica, entre otros grupos.
Balaui es parte de la dirigencia del movimiento Al Fatah, que encabeza Arafat, y diputado del CLP, por lo que sus ligas con el histórico líder son claras, quien además siempre ha mantenido bajo su control directo ese cargo.
La designación tuvo lugar antes del inicio de la primera reunión del gabinete de crisis este lunes, y en el marco de que éste órgano sólo durará un mes en funciones ante los problemas para nombrar titulares aceptables para Arafat y el CLP.
En tanto, el rotativo Ha'aretz Daily publicó este lunes que tras dos años y medio de negociaciones secretas, representantes de la ANP y del opositor laborista israelí llegaron al "Acuerdo de Ginebra", sobre los refugiados palestinos y la Explanada de las Mezquitas.
El documento, logrado este fin de semana en Aman, Jordania, gracias a la mediación y financiamiento del ministerio suizo de Asuntos Exteriores, podría ser formalizado el 4 de diciembre, aniversario del asesinato del ex primer ministro Yitzhak Rabin.
Los negociadores israelíes estuvieron encabezados por Yossi Beilin y participaron miembros de los partidos Meretz y Laborista, mientras los delegados palestinos fueron dirigidos por Yasser Abed Rabbo y miembros del movimiento Al Fatah.
Según el acuerdo de los exiliados palestinos algunos regresarían a los territorios palestinos, un número limitado a Israel, otros seguirían en los países que los recibieron, algunos irían a nuevas naciones y otro grupo recibiría compensación económica.
Israel se retiraría a las fronteras de 1967, con algunas precisiones, y los palestinos reconocerían el derecho del pueblo judío a que Israel es su Estado.
Jerusalén que daría dividida con el este árabe como parte del Estado Palestino, y la otra sección reconocida como integrante del Estado de Israel.
La Explanada de las Mezquitas sería reconocido como palestina, y una fuerza internacional garantizaría el acceso tanto a los fieles islámicos como judíos que oran en el Monte del Templo.
Conforme al acuerdo, el gobierno palestino se comprometería a evitar ataques terroristas y desarmaría a todos los grupos, además de que una fuerza internacional supervisaría los cruces fronterizos.
El Acuerdo de Ginebra sustituiría a todas las Resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ((ONU), así como a los acuerdos previos.
Pero el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom, dijo que en Israel hay un gobierno que es el único autorizado para llegar a acuerdos en las materias de la negociación informal.
Fuentes palestinas dijeron, por su parte, que Arafat apoya el documento, de cuya negociación estuvo informado en todo momento.