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Washington, EU.- Corea del Norte estaría preparándose para efectuar una tercera prueba con un misil balístico, luego que el lanzamiento del lunes resultó un fracaso, reportó ayer el periódico The Washington Times.
Funcionarios de el Pentágono citados por el periódico afirmaron que recientes fotografías de satélite de una base norcoreana de misiles muestran una actividad que parece indicar preparativos para una nueva prueba sobre aguas del Mar de Japón.
“No hay indicadores de un lanzamiento inminente, pero es algo que podría pasar, es una posibilidad cierta”, dijo un funcionario no identificado, aunque otro más apuntó que “claramente el potencial de un lanzamiento, con o sin aviso, está presente”.
El rotativo sostuvo que la preocupación en el Pentágono radica en la posibilidad de que las nuevas pruebas, involucren misiles de largo alcance tipo Taepo-Dong dos, que fue objeto de una exitosa prueba de lanzamiento desde el aire en agosto de 1998.
Los funcionarios revelaron al rotativo que la prueba del lunes, en que el régimen de Pyongyang utilizó un misil crucero para atacar barcos, resultó fallida debido a problemas con su sistema de navegación.
Una nueva prueba exacerbaría aún más la tensa situación en la península coreana, después que Corea del Norte decidió hace meses resumir su programa nuclear, en un abierto enfrentamiento con Estados Unidos, que ha buscado evitar confrontar la situación.
Semanas atrás, un avión espía estadounidense fue interceptado por aviones MIG norcoreanos, lo que motivó que el Pentágono desplegara una fuerza de bombarderos B-52 a su base en la isla de Guam, para brindar protección cuando las operaciones sean reasumidas.
De igual forma, Estados Unidos desplegará seis bombarderos tipo Stealth, capaces de burlar la detección de radares, para participar en ejercicios militares con el ejército de Corea del Sur en abril próximo, lo que ya han sido denunciado por Pyongyang, según el diario Funcionarios estadounidense indicaron que las dos primeras pruebas con misiles que Corea efectuó en fecha reciente tuvieron como objetivo llamar la atención de Washington sobre la necesidad de llevar a cabo pláticas para desactivar la crisis en la península.
La administración del presidente George W. Bush ha insistido que no negociará de manera directa con Corea del Norte, quien antes logró un acuerdo con Washington para suspender su programa nuclear a cambio de comida, al insistir que la solución será multilateral.