Por Agustín Cabral Martell
Perspectivas de la producción agroalimentaria mundial
Es objeto de critica, análisis y evaluación a la producción agroalimentaria mundial, mucho se ha dicho, se dice y se predice, sin embargo lo cierto es que la nueva tecnología aplicada a la producción de alimentos cada vez es más sofisticada y lo seguro es que para este siglo todo se encamine a una respuesta a todas esas exigencias alimentarias que la gente necesitada requiere en todo el mundo.
La Federación de Agricultores de América (American Farm Bureau) ha publicado un documento llamado, Agricultura después del año 2000, (Agriculture Beyond 2000) en donde se manifiestan grandes oportunidades y sobre todo alternativas para el sector productivo, sus aplicaciones en alimentación, medicina y energéticos para el transporte. Ahí se menciona que el mundo en adelante, contará con una tecnología que permita a los agricultores, por ejemplo detectar vía satélite problemas en las cosechas, maquinaria agrícola que puede ser operada por robots, grandes avances en cuestión de biotecnología, por lo que se refiere a desarrollo de plantas que resisten plagas y enfermedades, que se viene desarrollando ya desde hace tiempo.
Otros de los adelantos tecnológicos se presenta en materia de medicamentos, cuyo origen son las plantas y animales, volviendo así a la homeopatía y no sólo para la salud humana sino también animal, por ejemplo la investigación que se está realizando en el caso de la producción de cabras que se están clonando a fin de que produzcan leche que contenga una proteína especial que ayude a combatir un tipo de cáncer.
Otras de las aplicaciones de esta tecnología se refiere a la fabricación de combustible elaborado en base a subproductos de granjas y ranchos, lo que podría considerarse una producción que alcanzaría hasta un 20% del combustible necesario para el transporte.
La producción de alimentos funcionales ya se está dando en algunos mercados y consiste en proporcio-nar al consumidor muchos beneficios saludables, además de nutritivos, como es el caso del bróculi y el tomate cuyas propiedades, según las investigaciones realizadas, su consumo previene cierto tipo de cáncer.
Pensamos que definitivamente los adelantos en materia agrícola y ganadera para este siglo van a dar muy buenos resultados, aunque si bien es cierto que cada vez existen más bocas que alimentar, sin embargo habrá más dinero para comprarlos y diferentes tipos de alimentos, productos que irán perfeccionándose de acuerdo a las investigaciones que se sigan realizando, ya que por otro lado, los recursos económicos para ello cada vez son más y bien dirigidos.
Ahora la investigación carece de fronteras, ya que también está dentro de los programas globalizado-res por el intercambio de tecnología, a fin de que los países del mundo que carezcan de ella o bien sea mínimo su desarrollo, los mismos tratados comerciales con los países de mayor recurso económico, si se ponen listos será parte de ello con la finalidad de que el desarrollo de tecnología de alimentos sea equitativo en el mundo y aprovechado por todos.
Por lo que respecta a la situación de nuestro país hay que mencionar lastimosamente que nuestra condición de desorden que existe no permite un avance uniforme en investigación para una tecnología de punta en materia agroalimentaria, además por los problemas políticos actuales en donde se encuentran desviadas las atenciones legislativas en fraudes de funcionarios. Sin embargo las instituciones de educación superior tanto públicas como privadas, aunque más públicas que privadas, se encuentran ocupadas en aportar a la humanidad los adelantos tecnológicos que permitan un desarrollo saludable para la población, tanto en la prevención de enfermedades como para su erradicación, además mientras no exista una verdadera cultura basada en principios disciplinarios e higiénicos a ejemplo de algunos países europeos, no lograremos salir de este pasajero estancamiento que a la larga nos forzará a un óptimo desarrollo en materia de producción de alimentos, tanto para abatir el consumo nacional como para estar preparados a exportar a los países más necesitados y no que suceda lo contrario, sobre todo en alimentos básicos.
En definitiva México necesita disciplinarse en investigación tecnológica agropecuaria, tanto para generarla como para adecuarla a la ya existente en otros países y aprovechar los tratados comerciales que permiten este tipo de intercambio a fin de estar en condiciones de ir un poco más aprisa en el camino de la autosuficiencia alimentaria, que si bien se ve lejos, no es imposible que se dé en nuestro país, dadas las condiciones siempre favorables para ello.