Capítulo Interestatal Coahuila-Durango de la Asociación Psiquiátrica Mexicana
(Quinta Parte)
Es verdaderamente estimulante y fascinante el darse cuenta de cómo año tras año, se van entretejiendo en estos congresos cada vez en forma más compleja, pero a la vez lógica y realista, esas redes de caminos, esos fragmentos de rompecabezas, esos puentes que al unirse nos muestran imágenes mucho más claras y admirables del funcionamiento de la mente y del cerebro, como dos aspectos o dos caras de la misma moneda. Realmente es la moneda que siempre hemos tenido ante nosotros, pero que habíamos evitado ver por ambos lados y dejábamos en la oscuridad el anverso.
Conforme he podido ser testigo de los caminos y puentes recorridos en los últimos 25 años en algunos de estos congresos, desde mi etapa como residente y estudiante de psiquiatría en Estados Unidos, he tenido la oportunidad de presenciar muchos de los cambios en las orientaciones y tendencias en que se ha movido la psiquiatría en dicho país. Naturalmente, tales movimientos han influido a su vez, las tendencias y orientaciones de la psiquiatría en el resto del mundo, como sucede generalmente con todo lo que acontece en EUA. Es así, como desde los sesentas y setentas, la fuerza avasalladora y dominante del psicoanálisis, era el tema principal de estos congresos y de los estudios que se publicaban en las principales revistas científicas que se publicaban. Dicha fuerza se vino a modificar de un modo sumamente radical con la llegada masiva de los psicofármacos en una especie de revolución, como inclusive se le llegó a llamar. La llegada de nuevos medicamentos que combatían eficazmente la esquizofrenia y los diversos tipos de psicosis, padecimientos que presentaban una inmensa mayoría de los pacientes internados en los hospitales psiquiátricos por un lado, se dio paralelamente con el surgimiento de los nuevos antidepresivos, los tricíclicos y luego los inhibidores de la monoaminooxidasa que vinieron a cambiar de un modo asombroso el tratamiento y sus resultados en millones de pacientes, a los que se les pudo ofrecer una mejor calidad de vida, fuera de las instituciones en las que habían sido confinados.
El descubrimiento de nuevos y más completos medicamentos no ha cesado, sigue siendo una fuente incontrolable de ayuda para nuestros pacientes, y obviamente, es también uno de los temas más populares en los congresos actuales, así como de las publicaciones científicas en revistas y textos psiquiátricos. Esa ola de tipo biológico se ha venido a complementar con el descubrimiento de nuevos métodos de diagnóstico en lo que respecta a las imágenes cerebrales, cada vez más claras y precisas, lo que naturalmente permite detectar las funciones de este órgano y las áreas que son afectadas por los diversos trastornos, así como por la acción de los medicamentos.
Por otro lado, surgió en forma muy importante la investigación, el estudio y la práctica de muy diversos tipos de psicoterapias nuevas, con orientaciones muy variadas, algunas como ramas del psicoanálisis y otras de raíces propias que inclusive, se han prolongado hasta nuestros días. La psicoterapia centrada en el cliente, la terapia racional emotiva, las terapias conductistas, asociadas luego a las cognitivas, la terapia Gestalt, la terapia interpersonal, las diversas terapias grupales, las de pareja y de familia, las terapias breves, y tantísimas otras, se asociaron con tendencias de tipo biológico o inclusive de religiones orientales, para dar como resultado terapias del tipo del biofeedback, la meditación de diferentes orientaciones, la hipnosis, las terapias somáticas, las sexuales, las terapias ocupaciones y recreacionales, en las que la danza, la música, la pintura y las diversas manifestaciones han jugado un papel fundamental, así como muchísimas otras, que algunos autores consideran que en la actualidad se podrían enumerar en tal variedad hasta contar de 300 a 400 tipos diferentes.
Sin embargo, dentro de este universo en ocasiones caótico y otras en intento de ordenarse en el que se ha convertido el campo de la salud mental, todavía seguimos encontrando de todo. Lo mismo se ha convertido en un universo que se presta para la práctica de investigaciones y estudios muy serios, en universidades e instituciones de prestigio reconocido y con el mejor espíritu científico y de beneficio para la población, universidades que buscan sus esfuerzos para trabajar conjuntamente en varios centros a la vez para estudiar la epidemiología de ciertos padecimientos, o los resultados de diversos tipos de tratamientos asociados y complementarios.
Pero al mismo tiempo, se trata de un universo en el que pululan toda clase de charlatanes y personajes de novela, sin entrenamiento, sin credenciales, sin seriedad ni profesionalismo, porque generalmente no son profesionistas, pero con ese cariz seductor y atractivo característico de los psicópatas que saben convencer a las personas y aprovecharse de su ignorancia y credulidad para embaucarlas y luego desaparecer, o inclusive continuar en la comunidad funcionando impunemente. Desgraciadamente, nuestro campo se presta para ello con mucha facilidad, sobre todo ante esa enorme variedad de estilos y orientaciones de ?terapias? y terapias de los sujetos que las ofrecen.
No obstante, la tendencia en estos inicios del siglo, en el tipo de congresos a los que me refiero, es la de llevar a cabo paulatinamente y conforme avanzan y se descubren nuevos métodos diagnósticos y de estudio de la mente, una integración de todas estas ciencias hasta ahora separadas. Se está logrando la construcción de esos puentes entre las diversas tendencias de tipo psicoanalítico, biológico y psicológico e inclusive espiritual, que antes se consideraban enemigas y opuestas, para conocer y comprender mejor el funcionamiento del cerebro y por ende de la mente humana. Idealmente, el enlazar esos puentes en lo que se refiere a nuestras conductas, pensamientos, emociones y pasiones, nos servirá como una guía que nos oriente y nos ayude a llevar una mejor calidad de vida, para tener la capacidad de seguir enfrentando los otros puentes que nos esperan a lo largo de ella. (Continuará).