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Nuestra Salud Mental

Dr. Víctor Albores García

Capítulo Interestatal Coahuila-Durango de la Asociación Psiquiátrica Mexicana

(Vigésima sexta parte)

Etiquetas: La sal y pimienta de la vida

Se ha observado asimismo, que los trastornos de la personalidad puedan formar parte de las secuelas a largo plazo que presentan los individuos con malformaciones congénitas y enfermedades y trastornos serios al nacimiento, como los que se han mencionado a lo largo de esta columna. Dichos trastornos se inician durante la adolescencia o la etapa de adulto joven; consisten en la formación de patrones de conducta o de experiencia interna que se desvía en forma importante de las expectativas y pautas y que marca la cultura de la cual se pertenece, de acuerdo al criterio que marca la Asociación Psiquiátrica Americana. Se trata de un trastorno crónico e inflexible, pero que se mantiene estable a través de los años con tales características. Sin embargo, llega a convertirse de un proceso que inicialmente se formó para la adaptación del individuo a su ambiente y circunstancias, en todo lo contrario, pues tiende a hacerse maladaptativo y por lo mismo, a causar dolor y sufrimiento excesivos para éste, así como deterioro en su funcionamiento. Ese deterioro se manifiesta en las áreas cognitiva, afectiva, de funcionamiento en las relaciones interpersonales y en el control de los impulsos.

Para diagnosticarlo adecuadamente, se deben valorar los patrones de funcionamiento a largo plazo del sujeto, y sus características específicas de personalidad. Dentro de tal valoración, habrá que comprender las experiencias de vida a las que cada individuo ha estado sujeto a lo largo de los años, así como el ambiente sociocultural y económico en el que se ha desarrollado. Ello es importantísimo, ya que tales patrones como rasgos de personalidad representan un esfuerzo básico de sobrevivencia que ha hecho cada uno para adaptarse a su medio lo mejor posible. La existencia de un trastorno de personalidad nos hace ver que dicho esfuerzo, no ha sido del todo satisfactorio para lograr tal adaptación, ya que la mayoría de las veces, el sujeto se encuentra en sufrimiento.

A continuación se hace un breve resumen de los principales trastornos de personalidad que podrían presentarse en estos individuos mencionados en la columna y sus características principales. Por un lado, tenemos a aquellos trastornos que representan el esfuerzo del individuo por esconderse y pasar desapercibido; tal sería el caso del trastorno de personalidad paranoide, de personalidad esquizoide, de personalidad de evitación y de la personalidad dependiente. En el otro extremo, se encontrarían aquéllos que en un esfuerzo adaptativo y de compensación a sus déficits, buscan ser el centro de atención en un estilo sumamente exigente y grandioso para llenar esas necesidades, como sería el caso de los trastornos de personalidad narcisista o de la histérica. Finalmente, en una especie de medianía de dicha línea, se podría colocar a aquéllos que sufren del trastorno de personalidad limítrofe o “borderline”, que es el término original en inglés, pero que se sigue usando en los países de habla hispana.

Quienes presentan el trastorno de personalidad paranoide, son sujetos sumamente recelosos de los demás y del mundo en que viven, al pensar que pueden ser víctimas de la explotación, el engaño o el daño de otros, aún sin una base firme para dichas creencias. Se preocupan demasiado por la fidelidad y la lealtad de sus socios y amigos, o de su pareja, por lo que examinan escrupulosamente todos aquellos detalles que puedan confirmarles sus sospechas. Por tales razones, les es muy difícil confiar en las personas o acercarse emocionalmente a ellas y lograr algún grado de intimidad, puesto que temen intensamente que los otros puedan utilizar esa información en su contra. Tienden a sentirse lastimados fácilmente y a guardar su rencor, sin perdonar los insultos o las heridas que sienten haber recibido, de manera que sus sentimientos de hostilidad persisten por mucho tiempo, al grado de explotar y contraatacar fácilmente o reaccionar con suma agresividad. Se trata también de sujetos que pueden presentar celos patológicos, de modo que inclusive buscan acumular evidencias que apoyen sus creencias, a pesar de que no siempre tienen bases firmes. A la vez, se trata de individuos que buscan mantener un control absoluto de sus relaciones personales, como una forma de evitar la traición.

Con esta descripción, podemos percatarnos que se trata de sujetos que viven en un constante estado de alerta y desconfianza, y que por lo mismo tendrán grandes dificultades para disfrutar lo que la vida les ofrezca, o los logros de ellos mismos. Su recelo los mantiene a la defensiva, con una pobre autoimagen y una baja autoestima, que los lleva además a un estado constante de sufrimiento, angustia y dolor (Continuará).

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