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Nuestra Salud Mental

Dr. Víctor Albores García

Capítulo Interestatal Coahuila-Durango de la Asociación Psiquiátrica Mexicana

(Vigésima séptima parte)

Etiquetas: La sal y pimienta de la vida

Hay por otro lado, quienes carecen del deseo de lograr intimidad y que aparecen indiferentes a la opción de desarrollar relaciones interpersonales cercanas; se trata de individuos a quienes tampoco parece producirles mucha satisfacción el hecho de pertenecer a una familia o a cualquier tipo de grupo social. Por lo mismo, generalmente prefieren andar solos o buscar hobbies y actividades en los que no tienen que interactuar con los demás. El tipo de actividades que prefieren son mecánicas o abstractas, tales como juegos matemáticos o de computadora, de manera que prefieren ese tipo de interacción con una máquina, que con otro ser humano, al grado inclusive de tampoco estar interesados en las experiencias sexuales con alguien más. Éstos son algunos de los rasgos principales y característicos de las personas que padecen un trastorno de personalidad no esquizoide. Ellos no tienen amigos cercanos ni personas en quienes confiar, pero tampoco parece preocuparles la aprobación a la crítica de los demás. Por lo general, no saben responder a las interacciones sociales, en las que aparecen un tanto torpes, superficiales y distantes, sin presentar reacciones emocionales de ningún tipo. Por ello, casi no se nota que presenten expresiones faciales de tipo sonrisas o miradas, aparecen con un estado de ánimo frío y distinto, como si se tratara de un robot o de alguna máquina. Ellos mismos aceptan su incapacidad para experimentar emociones intensas como gusto o enojo.

Quienes presentan un trastorno de personalidad de evitación a su vez, son individuos que precisamente como su nombre lo dice, evitan todo tipo de actividades o circunstancias en las que tendrían que estar en un contacto interpersonal más significativo, sea en el trabajo o en la escuela, debido a sus temores de ser criticados, descalificados o totalmente rechazados. Tales temores les previene de llegar igualmente a niveles de confianza e intimidad importantes con otros, al grado de evitar hacer nuevas amistades hasta estar seguros de que serán aceptados sin crítica alguna, para lo cual inclusive desarrollan cierto tipo de pequeñas pruebas para usar con los demás. Su premisa básica es que todos los criticarán y rechazarán, por lo que deben buscar formas de probar lo contrario para sentir la confianza de acercarse a iniciar una amistad. Por lo mismo, les es sumamente difícil lograr cierto grado de intimidad en sus relaciones interpersonales, ya que además tienen dificultad de hablar de sí mismos, o de expresar sus ideas y sentimientos ante el miedo a ser ridiculizados, expuestos o avergonzados. Debido a su gran sensibilidad a la crítica y al rechazo, detectan con gran facilidad hasta las más leves señales de ello, que naturalmente les harán sentir mucho muy lastimados. Como su nombre lo indica, se trata de individuos tímidos, quietos, retraídos, introvertidos e inhibidos que buscan pasar desapercibidos; por lo mismo, se hacen “invisibles” o se “camuflagean” de tal modo en el ambiente, que nadie les pone atención, lo que les sirve como defensa para evitar ser señalados, humillados o rechazados, a pesar de que también desean ser participantes más activos de una vida social.

A pesar de que parece que se hablara del mismo trastorno de personalidad con el esquizoide o el de evitación, la diferencia precisamente estriba en que a diferencia del primero a quien no le importa mucho tener contacto con los demás, el segundo sí lo desea intensamente, pero sus temores tan importantes le impiden lograr esa intimidad y acercamiento. Ambos son individuos que se caracterizan por tener una pobre autoimagen y baja autoestima, al sentirse inferiores a los demás, inadaptados socialmente, con demasiadas dudas sobre sus capacidades y habilidades. Debido a ello, presentan muchos miedos de enfrentar nuevos retos, actividades o experiencias desconocidas, al exagerar los riesgos de tales situaciones mucho antes siquiera de enfrentarlas; llegan inclusive al grado de cancelar una entrevista para obtener un nuevo empleo, como parte de tales miedos. Su estilo de vida se convierte entonces en un camino sumamente restringido y rígido, debido a su gran necesidad de seguridad y certeza. Aunque en algunos aspectos estos rasgos suenan semejantes a los de la personalidad esquizoide, existe esa gran diferencia entre ambos, debido a las limitaciones afectivas y de gran frialdad que presentan los de personalidad esquizoide en comparación con los que presentan un trastorno de personalidad de evitación. A la larga, estos últimos pueden lograr llegar a mejores niveles de acercamiento e intimidad que los otros. (Continuará).

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