Uno de los problemas más comunes en todo el territorio de Coahuila, es sin duda el relativo a las reservas de agua que existen en nuestro estado y la protección de los mantos acuíferos, porque ambos constituyen la garantía de que ese vital líquido, y desde luego las previsiones que para su conservación se realicen, seguirán siendo prioritarios y el agua, utilizada de manera primordial por los coahuilenses.
Se ha dicho y no sin razón, que las futuras guerras se habrán de librar ya no por el petróleo, que hoy por hoy es la causa subyacente en muchos conflictos bélicos, sino por el agua, pues en la medida en que ésta se agota, en ese misma medida los pueblos buscan la manera de allegarse más reservas, preservar las propias y de realizar todas aquellas acciones que tiendan a asegurar su abasto hasta en tanto se descubren formas de purificar otras fuentes y volverlas aptas para el consumo humano.
Es por ello que llama la atención la divergencia que se presenta entre las autoridades mexicanas y las norteamericanas, respecto a la extracción de agua de algunas reservas, como es el caso de las que se almacenan en la presa de “La Amistad”, de Acuña, Coahuila, pues mientras unas sostienen que no se destina parte de ellas al pago de la deuda con los Estados Unidos, las otras afirman que sí se hace en cumplimiento del Tratado de 1944.
Esta divergencia debe ser aclarada por las autoridades federales, puesto que el gobernador de Coahuila, Enrique Martínez, ha sostenido reiteradamente que no hay tal extracción, a pesar de lo cual, información procedente de San Antonio, Texas, indica que de dicha presa se han transferido más de 129 mil pies de agua, lo que resulta inquietante, porque Coahuila no ha suscrito ningún acuerdo con la federación para que se efectúe esa transferencia y por tanto, si se hace, se está violando su autonomía.