Con motivo del Primer Informe de Gobierno del alcalde Guillermo Anaya Llamas, la administración a su cargo tiene la oportunidad de hacer un balance de cara a la ciudadanía. Lo anterior resulta obligado, en la medida en que la comunidad hace su propio recuento de los aciertos y errores del Ayuntamiento en funciones, a partir de las expectativas electorales puestas en el Presidente y sus colaboradores.
La presente administración municipal adoleció en un principio de una notable falta de oficio en algunos rubros, sobre todo en aquellos que exigen una sensibilidad específica como el trato con los denominados grupos gay y con los artistas en el rubro de cultura. La falta de integración del equipo del Alcalde de inicio, también fue una característica notable, hasta el punto de que algunos dudaron de su viabilidad.
Al paso del tiempo el Alcalde y sus colaboradores han podido imprimir un mejor paso, sobre todo en el rubro de obra pública en el que destacan la remodelación del Bulevar Independencia y el Bosque Venustiano Carranza, así como la introducción de la nueva red de tubería de agua en el centro de la ciudad. La compra del antiguo edificio del Banco de México, siembra la esperanza de un arreglo integral del centro de la ciudad.
Los rezagos aún existentes indican que la administración debe continuar al ritmo actual y con un sentido de mayor orden que el observado hasta ahora, como lo demanda la experiencia adquirida. Aún existen asignaturas pendientes por acometer que apenas han sido tocadas, como la relativa al transporte público y el control de la venta de alcohol que se mencionan como simples botones de muestra.