El día de mañana tendrán lugar las elecciones federales extraordinarias, de las que saldrá el Diputado que corresponde al Sexto Distrito con cabecera en Torreón. El proceso implica la reposición de otro que fue anulado por la autoridad electoral, en medio de recíprocos señalamientos de quienes en su momento resultaron beneficiados o perjudicados según el caso con motivo del fallo.
Con independencia de que la resolución referida haya sido o no justa y acertada, la anulación implica un fracaso colectivo que debe ser superado con una jornada ejemplar que ponga de manifiesto la voluntad ciudadana fuera de toda duda. Por ello es muy importante que el nivel de concurrencia a estas votaciones, se eleve por encima del que se obtuvo el pasado seis de julio que en promedio no alcanzó ni el cincuenta por ciento.
Es cierto que nuestros partidos políticos nacionales no han estado a la altura de las circunstancias en la coyuntura de la transición a la democracia plena y ello explica el alto grado de abstención. El mayor riesgo de esto lo implica el agotamiento al que pueda llegar la paciencia de los mexicanos, que hemos pasado de la apatía y de la deserción cívica ancestral a un verdadero acoso por parte de los acontecimientos políticos.
Sin embargo nuestros pasos no pueden detenerse y el momento actual exige un esfuerzo extra de todos nosotros que mañana domingo, se concreta en una nueva concurrencia a las urnas. De nosotros depende vencer las inercias del pasado y las voces del desaliento, para luchar por las alternativas de modernidad que esperan de nuestro país las generaciones del presente y las del porvenir.