La solicitud de paciencia que hace el licenciado Guillermo Anaya a la ciudadanía de Torreón, para sobrellevar las incomodidades derivadas de diversas obras que la administración a su cargo realiza en la ciudad, amerita ser comentada. La petición la hace el Alcalde en el marco de una gira de trabajo en el sitio de las obras de remodelación del bulevar Independencia y de reemplazo de tubería en el primer cuadro de la ciudad, que han generado cierto grado de incomodidad.
Las referidas obras aunadas a las que hubo de realizar el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento para reparar los daños resultantes de las últimas lluvias, demandan esfuerzos adicionales y a ello obedece el llamado del Presidente Municipal. A tal pedido cabe responder con el apoyo que el caso amerita en favor de la autoridad, sin soslayar la exigencia que apunta a que las obras deben acelerarse y sobre todo, se deben tomar medidas para atemperar los efectos negativos.
Lo anterior se requiere de manera especial en la obra del distribuidor vial que se construye en la confluencia del bulevar Revolución, la Carretera a Mieleras y el Libramiento Periférico, en la que la reparación de las vías alternas demanda urgente atención. Es cierto que tal obra compete a Gobierno del Estado, pero a la administración Municipal corresponde velar por el control de la vialidad en dicha zona y aliviar las molestias que ella ocasiona.
Causa buena impresión que en la gira de trabajo que es objeto de comentario, el Alcalde se encuentre acompañado del Director de Obras Públicas del Estado como corresponde a la colaboración que la ciudadanía espera entre ambos niveles de Gobierno. Es positiva la pluralidad en el ejercicio de poder cuando se traduce en mutua colaboración gubernamental sin perjuicio de la sana competencia partidista, al margen de las discordias estériles que suelen aflorar de cuando en cuando.