Las declaraciones del Primer Síndico del Ayuntamiento de Torreón en el sentido de la Comisión de Alcoholes ha detectado la reasignación irregular de veintinueve licencias para la venta de bebidas son dignas de comentario. De acuerdo a lo informado, los trámites se llevaron a cabo por la anterior administración en diciembre del año pasado y significaron un ingreso de dos millones de pesos cuyo paradero se ignora.
Al mismo tiempo, el referido edil asegura que la beneficiaria de las reasignaciones cuestionadas es una compañía cervecera a la que podrían cancelárseles los permisos correspondientes. En todo caso se contempla citar al Director de Finanzas de la pasada administración, a fin de que explique la realidad de lo ocurrido y aclare las dudas que existen sobre el ingreso presuntamente omitido o desviado.
Las declaraciones que son objeto de comentario no indican nada nuevo, porque el control de la venta de bebidas alcohólicas es uno de los rubros más complicados de la administración municipal. Sin embargo la existencia de irregularidades ancestrales no justifica ninguna actitud de conformidad al respecto sino al contrario, constituye un reto que debe ser acometido con plena voluntad de Gobierno.
A la denuncia que hace el munícipe de cara a la prensa, debe seguir otra de carácter formal ante la Contraloría Municipal y la Procuraduría de Justicia del Estado, sin perjuicio de revocar los permisos y aplicar sanciones a la empresa cervecera de que se trate. Lo anterior es necesario, como prueba que acredite la plena intención de la actual administración de enderezar las cosas en el control de la venta y consumo de alcohol.