Al través de la dirección de Asuntos Legislativos, el gobierno del estado de Coahuila dio a conocer la rectificación del proyecto de Ley de Datos Personales que en alguna fase de su elaboración contuvo disposiciones que atentaban contra la libertad de prensa y la libre manifestación de las ideas, lo que además de ser violatorio de las garantías individuales, hubiera constituido un baldón para la legislación de nuestro estado.
No era posible que en la tierra de Venustiano Carranza, a quien se considera el impulsor de la constitución del diecisiete y que en su tiempo fue una de las constituciones más avanzadas del mundo, se fuera a aprobar una ley que atentara contra dos de los derechos fundamentales de toda sociedad, pues hay quienes consideran que sin una prensa libre no es posible considerar a una determinada sociedad como democrática.
Del proyecto definitivo, desaparecen aquellas disposiciones que fueron causa de indignación popular y en su lugar se colocan otras que pueden considerarse de avanzada en la medida en que garantizan que ninguna autoridad, ni judicial ni administrativa, podrá obligar a un profesional de la comunicación a revelar sus fuentes, así como que los bancos de datos tanto de periodistas como de medios de comunicación son inviolables.
La rectificación no sólo es plausible, sino que tiene el alcance de ir más allá de la simple supresión de las hipótesis previstas en el anterior proyecto. Porque aún y cuando esas libertades ya existen en la Constitución General de la República, los derechos que consagra el proyecto refuerzan aquellas y las precisan de manera tal que no quede duda de que el ejercicio del periodismo es uno de los pilares fundamentales de toda sociedad moderna.