La falta de un Delegado de la Procuraduría General de la República en Torreón, genera un vacío de autoridad en cuanto al combate al narcotráfico al menudeo en nuestra región. Es cierto que este flagelo que perjudica tanto a la salud de la sociedad en especial de nuestros jóvenes, debe ser enfrentado por todos y no sólo por las autoridades, sin embargo, a éstas corresponde el liderazgo y por ende la mayor responsabilidad.
Como es del conocimiento la anterior titular de la dependencia fue designada de acuerdo con las autoridades estatales de Coahuila y como tal fue un elemento reclutado en las filas de la Procuraduría Estatal. Sin embargo la funcionaria dejó el cargo sin que ni ella ni la institución hayan ofrecido mayores explicaciones a la ciudadanía y desde hace dos meses la oficina permanece acéfala.
Por ello se manifiestan voces que denuncian que tal circunstancia incide sobre un aumento alarmante en el tráfico de drogas al menudeo, lo que desde luego debe ser objeto de atención inmediata. Lo anterior con vista a la experiencia negativa de San Pedro de las Colonias, en la que el consumo de estupefacientes se ha apoderado de las calles y las conciencias, por lo que se teme que ocurra algo similar en nuestra ciudad.
El propio alcalde Guillermo Anaya se ha manifestado en ese sentido y anuncia que junto al Gobierno del Estado, hará gestiones para solicitar la intervención de la Federación al respecto. Sería conveniente que el procurador de Coahuila Óscar Calderón Sánchez también tomara cartas en el asunto, aprovechando la reunión de procuradores de los estados de la región noreste del país que se celebra en Saltillo en estos días.