El enorme reto de la vialidad en Torreón constituye un problema general, sin embargo, por hoy son tres los temas que al respecto existen en un primer nivel de atención de ciudadanía y autoridades. Uno de ellos concierne a la construcción del distribuidor en el cruce de las carreteras a Matamoros y a Mieleras, otro al diseño del bulevar Independencia y otro más a los puentes peatonales.
En el primer caso, existe interés porque se aclare la situación financiera del distribuidor vial referido, en relación con un presunto adeudo que dejó la pasada administración municipal que “olvidó” hacer las aportaciones respectivas. Es necesario que el problema se resuelva de común acuerdo entre Estado y Municipio, pues no vale que la conclusión de la obra se vea amenazada por la referida cuestión.
En cuanto al diseño del bulevar Independencia, es menester que la decisión del alcalde Guillermo Anaya respecto a una rectificación radical se sostenga y ejecute enseguida, pues no es admisible diferir más la realización del proyecto. Por lo que toca a los pasos peatonales, es pertinente calificar su funcionalidad así como analizar las concesiones otorgadas a particulares por la administración de Salomón Juan Marcos.
La realidad es que en la administración pasada, autoridades y concesionarios proyectaron la construcción de los puentes peatonales con vista a un negocio que utiliza la infraestructura urbana como medio de publicidad comercial. El otorgamiento de tales concesiones debe ser revisado, tanto en relación con su validez jurídica como en cuanto a su pertinencia práctica, en orden a la seguridad y comodidad del peatón.