A dos meses exactos de haber tomado posesión la nueva administración panista, es día que los ciudadanos no vemos claro cuál será la línea a seguir.
Por un lado las declaraciones del presidente municipal Guillermo Anaya en relación a que hubo desvíos de fondos en la administración de Salomón Juan Marcos y de Javier de la Garza por algunos funcionaros. Que se investigaría a fondo y en un lapso determinado se entregarían resultados, los que finalmente determinaron que no hubo ningún ilícito, mismos que no convencieron a nadie.
Por cierto se rumora que el que soltó “la sopa” para meterles un gol a sus ex compañeros fue Javier Lechuga, quien como gran “mago” apareció del lado de los panistas, cobrando sus respectivos honorarios.
Por otra parte las desatinadas declaraciones del mismo Don Memo y otro de sus colaboradores, en lo que se refiere a la persecución de los “gays” que se les encuentre “in fraganti”. Esta comunidad, que en su gran mayoría son personas que aportan en distintas áreas de los sectores productivos con su trabajo e impuestos, merecen un trato digno igual que cualquier ciudadano. No hay que descuidar a los verdaderos delitos y delincuentes que operan en distintos rubros como son asaltos a mano armada, robo a casas habitación, violaciones, secuestros que derivan en asesinatos y los tan llevados y traídos puchadores.
Así también la nula obra pública realizada hasta el momento, ya que ahorraron el primer mes buena cantidad de dinero, la pudieron haber canalizado para arreglar tantos baches, pintar líneas, etc. Ojalá el Titular de esta dependencia se diera unas vueltecitas por la ciudad para constatar esto y que demuestre que no sólo existe obra en los desarrollos habitacionales, en los cuales supuestamente es un experto, pues esa es aparentemente la cualidad que vio el alcalde en su persona para nombrarlo Director de Obras Públicas.
Hay quien dice que les demos tiempo, que dos meses es poco; pero la realidad es que la erogación municipal a través de la nómina es cada vez más grande y lo justo sería que le ahorraran al municipio no cobrando ninguno de estos “servidores públicos” hasta no dar resultados satisfactorios, demostrando así su vocación de servir a la ciudadanía, de esta forma veríamos si se siguen dando su tiempo o se ponen a trabajar.
Si la excusa es que se está planeando, la pregunta sería: ¿Qué no tuvieron tiempo desde las elecciones hasta el día de la toma de posesión? El tiempo pasa más rápido de lo que nos damos cuenta.
Algunos otros funcionarios aplican la ley mordaza, y la total o aparente aniquilación de todo lo bueno realizado con anterioridad en la cultura de nuestro municipio, al más puro estilo de las épocas dictatoriales.
Éstos son sólo algunos ejemplos de lo que la administración panista “ha realizado” hasta el momento. Ojalá que el alcalde Anaya rectifique y demuestre que quiere y que puede.