Trabajaremos con total transparencia....Nuestra actuación será de cara a la sociedad....Todos los sectores de la población tendrán acceso a las acciones de gobierno y la forma en que éstas se dan....La Presidencia será una casa de cristal....
Vanas promesas de campaña de al actual administración que preside Guillermo Anaya Llamas, ya que a partir de haber iniciado su gestión, ha habido de todo, menos apertura, menos claridad y menos aún información sobre las acciones de gobierno y la forma en que éstas se desarrollan, por lo menos así queda evidenciado en varias de las dependencias municipales.
Sobre el slogan oficial, “Torreón vive el cambio”, debemos tomarlo como cierto, pero haciendo la aclaración de que “La reversa también es cambio”.
Lo anterior viene a colación si tomamos en cuenta que en la Dirección Municipal de Cultura se emitió un reglamento interior de trabajo en donde uno de los puntos principales se refiere a la prohibición de dar información a la prensa y otros medios de comunicación. Se acabó en ese mismo momento la transparencia, la apertura y el trabajar de cara a la sociedad.
Hay funcionarios y empleados municipales que saben como hacer las cosas y que están conscientes de que la labor que desempeñan como servidores públicos debe darse a conocer a la sociedad, que es al final de cuentas la que paga su salario y el de sus jefes, sin embargo, los integrantes de la nueva administración municipal, por lo menos un selecto grupo de los más cercanos colaboradores de Guillermo Anaya, empezando por el titular de la Dirección de Cultura, Alberto González Domene no están de acuerdo en esto y han prohibido tajantemente que se proporcione información de sus labores y que se limite el acceso a los medios informativos a los recintos culturales. Trabajan en lo obscurito, pues.
Lo que se conoce como la “Ley Mordaza” que funcionarios de algunas administraciones municipales de hace muchos años pretendieron ejercer para evitar que se propagaran las anomalías que cometían al amparo de los puestos que ostentaban, surge de nueva cuenta en esta administración panista y la realidad es que el problema no se circunscribe a la Dirección Municipal de Cultura, ya que en el Sistema Municipal de Agua y Saneamiento que “dirige” Fernando Alatorre Dresel, también se ha mostrado reacio a proporcionar información que a toda la comunidad interesa.
Una prueba de la cerrazón que hay en esa dependencia paramunicipal, se dio hace días en que un funcionario de tercer nivel, con grandes gritos y aspavientos, impidió la entrada de un reportero a una reunión en donde se trataría lo concerniente a la negociación de las aguas negras recibirán tratamiento para posteriormente sean usadas en labores agrícolas.
La reunión de marras se dio en las oficinas (públicas) de Simas; estarían funcionarios (públicos) de Simas y de la Presidencia, así como un grupo de ciudadanos que dicen tener derechos sobre las aguas residuales y quienes tienen el temor, (según ellos fundado) de que se les quieren desconocer esos derechos, por lo que pugnaron porque estuviera presente un medio de comunicación para que informara a la ciudadanía de la forma en que pretende hacer las negociaciones de las aguas negras por parte de la paramunicipal.
Al parecer los temores de los campesinos se encuentran fundados, pues de otra forma no se explica el hecho de que los tratos los quieran hacer los funcionarios del Simas en privado, en lo obscurito, sin dar la cara a la sociedad, sin transparencia y en un recinto que en lugar de ser casa de cristal, parece caja fuerte.
Tampoco se ha informado sobre el total de bajas que se dieron en la Dirección de Desarrollo Humano y el ingreso de nuevo personal a esa dependencia, en donde no solamente se repusieron los despedidos, sino que a los panistas de nuevo ingreso se les contrató con salarios más elevados que los de sus antecesores.
No se ha informado sobre el total de familiares de funcionarios que se desempeñan en las diferentes dependencias públicas municipales, ni se ha informado porqué el secretario particular del director de Cultura del Municipio, que tiene trabajando con él más de 20 años, ahora cobra en el Municipio.
Hay muchas cosas de las que no se informa, muchas cosas que se ocultan y se levantan muchas “cortinas de humo” para disfrazar irregularidades que otrora tanto criticaron los panistas que ahora se encuentran al frente de la administración municipal.
Hay un doble discurso de las autoridades en Torreón y ciertamente así no se gana la confianza de la ciudadanía.