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Nuestro entorno/Simples precisiones

Alan Acoyani

Sin dejar de reconocer que se están atendiendo por parte del Ayuntamiento algunas de las necesidades que se tienen en colonias populares y en ejidos, sí es lamentable que las modestas obras que se llevan a cabo se inflen y con ello se trate de engañar a los habitantes de las áreas en donde se llevan a cabo esas obras.

Lo anterior viene a colación por el hecho de que en el ejido El Águila de este municipio, se construyó una cancha de usos múltiples, en donde los jóvenes de ese lugar podrán disfrutar de su deporte favorito, además de que contarán con áreas para descansar.

La cancha en cuestión, es una petición que los habitantes de esa comunidad hicieron al alcalde Guillermo Anaya Llamas y qué bueno que éste la atendió, pero lo que molesta a los campesinos del citado ejido es que se les quiera engañar, ya que al momento de ir a pintarla y prepararla para su inauguración, en el área donde asentaron los montos de inversión y la extensión que abarca la cancha, pusieron que mide 800 metros cuadrados y según las mismas autoridades ejidales del lugar, solamente mide 400 metros cuadrados, esto es, se está duplicando el área y bajo este esquema, también se estaría duplicando el monto invertido.

Los campesinos reclamaron al encargado de la obra y éste les dijo que presentaran su queja en Desarrollo Humano, pero es el caso que nunca son recibidos por la titular Margarita Lascuráin y los mal pensados ya echaron a volar la imaginación y suponen que así se encuentran todas las obras pequeñas y medianas, infladas.

Lo anterior es solamente un caso concreto de algunas situaciones que se han presentado en el municipio y que bien pueden servir para ejemplificar que no todo ha sido tan transparente como se ofreció y la necesidad que se tiene de que el alcalde Guillermo Anaya Llamas gire las instrucciones necesarias a sus colaboradores para que pongan especial cuidado en el manejo y aplicación de los recursos públicos, ya que estos tiempos no son propios para el despilfarro y menos aún para las obras de relumbrón que bien se antojan como parte de una campaña política.

Otro ejemplo que se puede tomar es el referente a la compra de pintura de mala calidad para trazar las líneas de circulación en bulevares, avenidas y calles de Torreón.

En su momento el tema dio mucho qué decir y entre otras cosas, funcionarios municipales aceptaron que se compró ese material a causa de que el proveedor que surtía la pintura de calidad no tenía en existencia el producto. La explicación deja serias dudas; no es posible que el Ayuntamiento se encuentre dependiente de un solo proveedor y tampoco es posible que al no haber en existencia el producto con el proveedor oficial se adquiera con otro sin verificar los parámetros de calidad que debe tener, los precios, hacer compulsa con terceros, en fin, muestra que faltan candados de control en el ramo de las adquisiciones y eso ha dejado mal parado al Ayuntamiento, ya que de una forma u otra, todo significa fuga de recursos públicos.

Estamos convencidos de que Guillermo Anaya Llamas es una persona de buenas intenciones que quiere el bien del municipio y está trabajando por ello, sin embargo, es de dudarse que meta las manos al fuego por el total de quienes integran su equipo de colaboradores y sin dudar de la honestidad de nadie, tenemos la seguridad de que algunos elementos que integran la actual administración municipal son personas que por primera vez ostentan un cargo público e ignoran muchos de los pasos que se deben dar para garantizar la adecuada aplicación de los recursos en los servicios públicos que demanda la población.

Se insiste, hay confianza en que las cosas se hacen de buena fe, con deseos de mejorar NUESTRO ENTORNO, pero hay la necesidad de que también se hagan las cosas con claridad, de cara a la sociedad y sin dejar las dudas que luego obligan a desconfiar de las buenas intenciones de nuestros gobernantes.

Muy sano sería que en algunos de los espacios de los promocionales que utiliza regularmente el Ayuntamiento en los medios de comunicación, se dé a conocer el padrón de proveedores del Municipio, así como los requisitos que deben llenar cada uno de ellos para tener la oportunidad de formar parte de ese padrón. Lo anterior sin duda sería bien visto por los torreonenses y sería una muestra de la claridad y transparencia con que están trabajando las autoridades que la mayoría de los electores llevaron hasta el edificio de la Matamoros y Galeana.

Y mientras eso sucede, no estaría nada mal que la titular de la Dirección de Desarrollo Humano diera a conocer la causa por la cual en una cancha deportiva que se encuentra en el ejido El Águila, donde los campesinos aseguran que se hicieron trabajos sobre una superficie de 400 metros cuadrados en los detalles de obra se consigna el doble de superficie que se aprovechó para esa cancha y sería sano también dar a conocer el monto correcto de la obra. Simples precisiones que a veces son necesarias.

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