Torreón, Coah.- Jamás se había atrevido a cantar en público, pero desde que Don Daniel lo hizo, cayó rendido ante el encanto de escuchar los aplausos de la gente y la satisfacción de ver que su talento es apreciado.
Apenas a mediados de febrero se animó a participar en los Miércoles del Recuerdo de la Plaza de Armas; y es que anteriormente sólo acudía a escuchar al resto de los intérpretes, y aunque deseaba hacer lo mismo no se atrevía porque los compañeros eran muy buenos.
“Pero un día me decidí porque me invitó una persona que me había visto. Recuerdo que estaba muy nervioso, pues ya cuando estás en medio, con el micrófono en la mano, eres el centro de las miradas”, platicó.
El gusto por el canto, le nació a Daniel Zamarripa González desde que era niño. Le hubiera gustado prepararse más en todos los aspectos, pero la pobreza se lo impidió.
“Me acuerdo que mi padre me llevaba a la pizca de algodón y que cantaba mientras cortaba. Fui creciendo y también mi gusto por la música. Ahora en mis presentaciones canto de José Alfredo Jiménez, es uno de mis compositores e intérpretes predilectos”.
La voz del señor Daniel se presta para que cante boleros rancheros, obviamente de José Alfredo. “Pero me he encontrado con el inconveniente de que no es fácil conseguir las pistas. En el transcurso del tiempo me he ido informando más sobre él, y cuanto más conozco, más lo admiro. Por ejemplo, él no sabía nada de música pero aún así cantaba y componía. Cuándo le preguntaban con qué se inspiraba contestaba que con un litro y medio de tequila. Él siempre le cantó al amor y al desprecio”.
Entre su taxi y la música, el señor Daniel ocupa su tiempo. Totalmente convencido dice que ahora que está dentro del medio musical no lo dejará, incluso está preparando lo que será su primer material discográfico, mismo que se encargará de grabar y promocionar próximamente.