GÓMEZ PALACIO, DGO.- Inconformes porque se les retiró de la circulación un camión de transporte de material con placas de unidad particular, taxistas de la base “Benito Juárez” y del Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular, bloquearon los alrededores de la Subdirección de Transporte.
Desde hace nueve meses, existe la disputa por los espacios de un sitio de materialistas que opera en el bulevar Rebollo Acosta y la calle Jazmines, debido a que integrantes del Sindicato de Materialistas “Benito Juárez”, desertó y se enfiló en la Unión de Colonias Independientes.
Ambas organizaciones operan en ese sitio y según lo manifestado por Lafiro Mares Rodríguez y Pascual Pérez, desertores de la “Benito Juárez”, con frecuencia se suscitan conflictos con quienes siguen formando parte de esa organización porque llegan y prácticamente les quitan la clientela, al ofrecer precios mucho más bajos por el transporte de materiales.
Ayer, inspectores de la Subdirección de Transporte retiraron una de las unidades de la “Benito Juárez” propiedad de Adán Álvarez porque traía placas que corresponden a un vehículo de uso particular y según lo manifestado por el personal de inspección, ninguna de las dos organizaciones tiene permiso para ocupar ese sitio, el cual opera ahí desde hace ocho o diez años pero con base en un acuerdo de palabra con quienes entonces estaban a cargo de la dependencia.
Sin tener nada qué ver en el problema, taxistas del FOCEP encabezados por su líder, Tomás Zárate Maldonado, así como de la base de taxis “Benito Juárez” a cargo de Ignacio Domínguez Franco, se concentraron en las afueras de la Subdirección de Transporte en apoyo al dueño del camión que fue asegurado, y demandando que hiciera acto de presencia el encargado de la oficina, Francisco Torres Larriva.
Renuente a hablar sobre el conflicto, Ignacio Domínguez se concretó a decir que no se moverían de ahí hasta que el camión les fuera devuelto, aunque a los pocos minutos emprendieron la retirada.
Los dos materialistas entrevistados dijeron que cuando formaban parte del sindicato “Benito Juárez”, Domínguez les vendió los respectivos juegos de placas hasta en nueve mil 300 pesos, aunque nunca se consiguió que la autoridad expidiera un permiso en documento para que el sitio trabajara dentro de la Ley, a lo cual se deben las disputas entre las organizaciones.