¿Podemos posponer placeres inmediatos para obtener recompensas en el futuro? Si podemos hacerlo, damos un gran paso en el camino de la madurez disciplinaria. No es fácil lograr la disciplina, pero es esencial para la autorrealización. Las mejores reglas para disciplinarnos son: hablar poco, oír mucho, meditar sobre las relaciones con otras personas, no confiar demasiado en las propias opiniones y valorar las de los demás cuando sean merecidas. Recordemos que nunca tropezaremos el pie al quedarnos parados en un lugar. Cuanto más rápido avancemos, existirá mayor peligro de tropezar, pero también existirá la mayor probabilidad de llegar a algún sitio.