Podemos actuar con gentileza, pero no ser gentiles. La gentileza es cómo nos comportamos, pero más que todo la manera en que somos internamente. Podemos actuar y ser gentiles con los demás. Nos comportamos con gentileza, sin serlo. Ésa es burda hipocresía. Pero la gentileza es realmente nuestro espíritu, nuestra actitud hacia la vida; es un modo de ver la vida, no un modo de comportarnos para que se nos califique. Lamentablemente estamos adiestrados solamente a que se nos vea de tal o cual forma, pero no a serlo. La gentileza es una virtud, un verdadero regalo espiritual, donde está ausente la hipocresía y todo es honestidad, buenos deseos y alegría de vivir.