Un gran problema de las sociedades contemporáneas es que la gran mayoría de las gentes está atada a carreras y ocupaciones que no corresponden a sus capacidades e inclinaciones. No es fácil dar con nuestros propios talentos, claro; pero debemos asegurarnos de que les prestamos la debida atención y pensar con objetividad sobre cuáles son nuestras fuerzas mayores. Son abrumadoras las posibilidades que tenemos, pero tenemos en el proceso que saber seleccionar. No hay tiempo que perder. Para encontrar nuestros propios talentos y darles expresión en la vida diaria, es importante que nos preguntemos qué deseamos obtener de la vida. Pero siempre recordando de vivir sólo en el presente.