TORREÓN, COAH.- “A los toros” es una frase que se escuchaba hace muchos años para anunciar que se iba a una corrida de toros; y la emoción que vivimos la tarde de ayer en la Plaza de Toros Torreón fue porque verdaderamente los hermanos Álvarez ganaderos de Barralva enviaron una muy bien presentada corrida de Toros con edad, peso y trapío y que resultaron extraordinarios para que Pablo Hermoso de Mendoza y José María Luévano se dieran un banquete de toreo de calidad que provocó que los aficionados laguneros salieran satisfechos de la plaza.
Los Toros
Un toro de Marco Garfias noble con bravura pero escaso de fuerza y cinco toros de Barralva excelentemente presentados, que pelearon con los caballos y colaboraron con los toreros, que dejaron ver sus mejores argumentos; sobresaliendo el sexto de la tarde que fue indultado por su nobleza y bravura en su embestida.
Los Toreros
La mejor exposición de toreo a caballo la ejecutó Pablo Hermoso de Mendoza ante un nobilísimo ejemplar.
José María Luévano mostró toda la gama de su repertorio al quedarse con la responsabilidad de matar cuatro toros, ya que Fermín Spínola al cuarto lance de su primer enemigo, sufrió una cornada que lo mandó a la enfermería.
Pablo Hermoso de Mendoza
(Vestido a la usanza Andaluza casaca gris)
Montado en Roncal, un bello caballo bayo, recibió el Navarro a “Joselín” toro herrado con el número 97, procedente de la Ganadería de Marco Garfías en el cual clavó tres rejones de castigo y fue metiendo al toro en la grupa del caballo en medio de aplausos, cambió de caballo y tocó el turno a “Chicuelo”, con el cual el tercio de banderillas resultó espectacular al ejecutar repetidos giros en la cara del toro después de las banderillas, posteriormente cambia de cabalgadura y entra al ruedo montado en “Albaicín”, para recibir sonoras ovaciones después de sus cuarteos; deja del rejón de muerte en lo alto para recibir una oreja.
El cuarto de la tarde fue un toro cárdeno de la ganadería de Barralva, que traía en los costillares el número 26 y de nombre “Ojuelos”, un toro que hizo una salida mostrando su bravura al acometer al caballo hasta en dos vueltas al ruedo pegado a la grupa de la cabalgadura; cambia de caballo y ahora exhibe a “Fusilero” un hermoso corsel blanco que también es especialista en girar en la cara del toro pero llevando mas templado al enemigo y exponiendo de manera sorprendente, que hace que los aficionados laguneros se pongan de pie para aplaudir al mejor rejoneador del mundo. En el tercer tercio toca su turno a “Gallarre” caballo hijo del famoso caballo portugués “Neptuno” de la cuadra de Joao Moura, con el cual ejecuta dos pares de banderillas a dos manos que le fueron fuertemente aplaudidos; deja el rejón que provoca efectos fulminantes para que la gente exija los máximos trofeos con los cuales da la vuelta al ruedo en compañía de los ganaderos .
José María Luévano
(Azul eléctrico y oro)
Se abre de capa ante “Caramelo” marcado con el número 25 de la ganadería de Barralva, el cual ejecuta lances de tanteo para ir metiendo al toro en el engaño; muleta en mano inicia su trasteo con pases por alto. Ya en los medios de la plaza ejecutar tandas largas de derechazos de muy buena factura, intenta por el lado izquierdo pero como no era el lado bueno del toro opta por volver a la derecha y después de dos tandas por ese lado se tira a matar por derecho, dejando un pinchazo hondo y acabó con su enemigo en el primer intento de descabello.
“Toñete” número 33 un toro negro zaino de preciosa lámina el cual hace una salida de toro bravo rematando hasta el burladero de enfrente lo que provoca que se astillara el pitón izquierdo; “Chema” le receta una tanda de verónicas para rematar con una elegante media, “Toñete” pelea con los caballos para recibir dos puyazos que lo dejan listo para que el de Aguascalientes ejecute un quite por chicuelinas antiguas. Tras brindar a Don Gerardo Franco, ejecuta poderosos doblones para llevar al toro a los medios de la plaza y ahí recrearse en una faena derechista con tandas por ese lado que llegamos a contar hasta de nueve muletazos y rematar con el martinete en repetidas ocasiones logrando unificar los criterios de los taurófilos más exigentes; se va tras la espada y deja una gran estocada hasta las cintas para que el juez le concediera las dos orejas con las cuales da la vuelta al ruedo que comparte con los ganaderos.
Fermín Spínola
(Blanco y Oro)
Nos quedamos con las ganas de ver a este interesante torero, ya que en el cuarto lance a su primer enemigo sufrió una cornada seguida de tremenda paliza.
Los toros de Fermín Spínola fueron lidiados por José María Luévano que tras poner orden en el herradero que se formó después de que “Don Meme” corneara a Spínola nos regaló con una faena derechista que le valieron dos orejas.
Cerró plaza “Coiquipe” número 31, negro zaino, acunado de cuerna que seguramente en no mucho tiempo estará pastando en las dehesas de Barralva, ya que por su espectacular bravura, nobleza y donosura en la embestida le fue perdonada la vida con la gracia del indulto; la locura fue lo que provocó José María Luévano con su particular manera de interpretar el toreo embriagándose de torear y contagiando al público de su entrega en la gran faena que realizó con pases de todas marcas, sobresaliendo esas larguísimas tandas de derechazos y la magistral forma de interpretar los naturales a pies juntos para rematar con el desdén esas tandas plenas de torerismo que reafirman porque hoy por hoy es el torero que más interesa en la baraja taurina mexicana.
Parte Médico
Herida por hasta de toro de cinco centímetros en la región escrotal con exposición de testículos. Herida de 15 centímetros en la cara anterior del muslo izquierdo región para inguinal con trayectoria hacia la cara externa del muslo, de diez centímetros, que interesó piel, tejido celular y aponeurosis del músculo cuadriceps; tardará en sanar 15 días.