17 de diciembre de 2003
BAGDAD, (Reuters).- Una bomba colocada en un camión de combustible mató el miércoles a 17 personas en medio de una enorme bola de fuego en Bagdad, en nuevo episodio de violencia tras la captura del ex presidente Saddam Hussein.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que el depuesto gobernante iraquí, al que el ejército estadounidense mantiene detenido en un lugar secreto en Bagdad, merecía morir.
La bomba que explotó el miércoles en el distrito Bayya de Bagdad provocó una gran bola de fuego poco después del amanecer, afectando a un microbús repleto de gente y varios coches civiles, dijo la Policía.
No quedó claro en un primer momento si la bomba había sido colocada en el mismo camión o si estaba en la carretera.
Un portavoz policial dijo que el conductor del camión tenía aparentemente como objetivo una comisaria cercana, pero colisionó con el microbús. Al menos 17 personas, en su mayoría pasajeros, murieron y unas 16 sufrieron quemaduras de diversa consideración.
"Fue en un cruce y vi un camión explotar frente a mí. Después de eso, me desmayé", dijo Mutaab Aybee, de 16 años, a Reuters, desde un hospital de Bagdad.
Los restos del autobús quedaron en un cruce de caminos, rodeados por restos humanos regados por el área. Dos automóviles que estaban en las cercanías fueron destruidos en la detonación. Soldados estadounidenses llegaron a la zona y fotografiaron lo que quedó del camión.
"Estaba saliendo de mi casa cuando escuché una explosión y vi automóviles quemándose en el cruce de al-Bayá", dijo Ajmed Ayyoub, conductor de autobús de 23 años.
"Corrí al lugar para ver si había heridos. Había muchos restos humanos en las aceras y empezamos a recogerlos", dijo. Las labores de rescate se dificultaron porque estaba oscuro cuando ocurrió la detonación, agregó.
Los atacantes suicidas suelen atacar estaciones de policía, al considerar a las fuerzas de seguridad instancias que colaboran con las fuerzas de ocupación encabezadas por Estados Unidos, que obtuvo una victoria el fin de semana con la captura de Saddam.
La estación de policía ha sido atacada anteriormente varias veces. Hace cuatro días, dijo la policía, fueron lanzadas granadas cohete contra el edificio. Los soldados estadounidenses que estaban destacados en la estación la dejaron luego de ese ataque, a solicitud de los policías iraquíes, quienes consideraban que su presencia era lo que provocaba los atentados.
Las bombas colocadas en carretera son una de las armas favoritas de las fuerzas de la resistencia que las utilizan para atacar a las patrullas militares de Estados Unidos. Los civiles son a menudo víctimas en tales atentados.
La bomba del miércoles y las continuas manifestaciones a favor de Hussein en varias ciudades del llamado "triángulo sunita" son nuevos golpes para la esperanza de que la captura del derrocado presidente termine con los atentados en el país.
Por su parte, el ejército estadounidense dijo que había iniciado una ofensiva para aislar y eliminar a ex miembros del régimen de Hussein y otras células que luchan contra la coalición liderada por Estados Unidos.
En las protestas se quemaron las oficinas de dos partidos políticos contrarios a Saddam Hussein en Mosul el miércoles.