07 noviembre 2003
BOGOTA, (AP).- El nuevo ministro del Interior y Justicia, Sabas Pretelt de la Vega, anunció el viernes que desarrollará una tarea de conciliación con los legisladores para sacar adelante las reformas políticas y económicas del presidente Alvaro Uribe, marcando de entrada un cambio con su polémico antecesor Fernando Londoño acostumbrado a imponer sus puntos de vista.
"Antes de posesionarme voy a reunirme con los congresistas, voy a decirles: esta es mi vida, esto es lo que he hecho, esto es lo que no he hecho, que opinan, porque quiero bajarle voltaje a la polarización que vive el país", dijo Pretelt de la Vega, un veterano dirigente del gremio de comerciantes, en una entrevista desde Acapulco, México, con la radio WFM.
Pretelt de la Vega, economista y administrador de empresas, reemplaza al llamado "superministro" Fernando Londoño, un notable abogado que renunció el jueves a su cargo en medio de una tormenta política.
Londoño protagonizó sonados choques con los otros poderes del Estado, puso en aprietos a Uribe con declaraciones polémicas y tuvo un enredo judicial que le valió una multa de un organismo del propio gobierno.
El Congreso reaccionó favorablemente al retiro de Londoño y la Cámara de Representantes aprobó en sexto debate un polémico estatuto antiterrorista, objetado por Naciones Unidas y otros organismos porque podría restringir las libertades públicas.
Además, en el Senado revivieron nueve de las 15 reformas constitucionales que no alcanzaron a obtener el 25% del censo electoral en el referendo del pasado 25 de octubre y cuyo objetivo era combatir la corrupción política.
"Voy a conversar con los congresistas para ver si se pueden materializar legal o constitucionalmente aquellos puntos del referendo que tuvieron tanto apoyo de la gente", dijo Pretelt de la Vega.
El nuevo ministro también anunció que apoyará eventuales negociaciones con la guerrilla suspendidas desde el 20 de febrero de 2002, cuando fracasaron tres años de diálogos del pasado gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"En Colombia no podemos seguir en esta locura de violencia que nos tiene acongojados durante tantos años. La solución negociada es absolutamente indispensable para alcanzar la paz", dijo en otra entrevista con RCN. Sin embargo, señaló que todo depende de la voluntad de los grupos rebeldes. "Para dialogar se necesitan dos", agregó.
Aunque el nombramiento de un dirigente del sector privado en el ministerio más importante del gobierno causó sorpresa, la mayoría de los legisladores acogió favorablemente la decisión presidencial que fue interpretada como un cambio de rumbo para mejorar las relaciones entre los poderes ejecutivos y legislativo. "Me parece un acierto enorme del presidente Uribe", dijo a la prensa el senador Carlos Holguín, presidente del Partido Conservador, al cual pertenece Pretelt de la Vega. Holguín descartó que pueda tener dificultades en el manejo político.
"El sabe muy bien como funciona el Congreso", agregó el jefe conservador y recordó que Pretelt tiene larga experiencia en procesos de negociación de paz, pues participó en muchas reuniones con guerrilleros de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En los sectores de la oposición de izquierda, hubo reparos a su condición de dirigente privado. "Es un defensor a ultranza de los intereses particulares", manifestó al diario El Tiempo el diputado Gustavo Petro del Polo, Democrático Independiente.
Añadió que por su condición de presidente de la Federación Nacional de Comerciantes durante 14 años "querrá que se sienta su voz en la reforma tributaria, manteniendo sus privilegios, mientras el resto de la población se llena de impuestos".