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MELBOURNE, AUSTRALIA.- Oceanía reaccionó enfurecida ayer después que la FIFA votó a favor de quitarle una plaza directa para la Copa del Mundo que se jugará en Alemania en 2006.
El más importante organismo del futbol mundial anunció el sábado que había revertido la decisión que había tomado en diciembre, que le permitía a la confederación que integran Australia, Nueva Zelanda y varios países isleños del Pacífico, a tener una plaza directa para el Mundial en lugar de buscarla en un repechaje.
"En mi opinión la decisión es una desgracia y creo que fue manipulada políticamente para acomodar a los poderosos sudamericanos", dijo el presidente de la Confederación de Oceanía, Basil Scarsella a la prensa australiana.
"No es ético, es inmoral, llámese como quiera", agregó.
El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, apuntó a la pobre actuación del representante de Oceanía, Nueva Zelanda, en la Copa Confederaciones en Francia este mes y los problemas administrativos de Futbol Australia (FA), como las razones para la decisión, pero Scarsella y el jefe ejecutivo del futbol de Nueva Zelanda, Bill MacGowan, consideraron que no era válida.
"Pienso que son más excusas que razones. El comité ejecutivo tuvo un masivo apoyo de ellos en el pasado y ahora han dado un giro de 180 grados", dijo Scarsella.
POCOS PERGAMINOS
Australia se clasificó solamente una vez para un Mundial, en 1974, y Nueva Zelanda lo hizo ocho años más tarde.
Desde entonces ambos han sufrido varios fracasos para clasificarse incluyendo derrotas en distintos repechajes frente a Escocia, Argentina, Irán y Uruguay.
MacGowan dijo: "Es una decisión increíble. Es política del más alto nivel".
MacGowan y Scarsella dijeron que la decisión podía ser un duro golpe para el futbol de Oceanía. "Es un significativo retroceso para el futbol de esta región... y para la credibilidad de la FIFA", dijo Scarsella a la televisión australiana.
El entrenador de la selección de Australia, Frank Farina, cuestionó el futuro de la confederación de Oceanía.
"Es una desgracia. Es un voto para los más poderosos, no para el bien del juego", dijo Farina a periodistas.
"¿Cuál es el punto de tener una confederación en Oceanía? No le tienen respeto a la región", agregó.
El ministro de deportes de Australia, Rod Kemp, dijo que la federación australiana en parte era culpable de la decisión de la FIFA.
"Claramente esto certifica una vez más la necesidad de que el futbol australiano debe unirse", explicó.
La federación australiana demoró una decisión el tres de mayo sobre la recomendación gubernamental para que renuncie su comité ejecutivo, al que luego dejaron el presidente Remo Nogarotto y otros dos miembros.