31 octubre 2003
MONTERREY, NL, (SUN-AEE y Notimex).- Visiblemente afectado, en una ceremonia de carácter privado, el cardenal Norberto Rivera Carrera ofició una misa de cuerpo presente por su padre Ramón Rivera Chaidez, quien falleciera el pasado miércoles a la edad de 92 años, en la Iglesia del Carmen, de esta ciudad.
El Papa Juan Pablo II envió sus condolencias al Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera, por el fallecimiento de su padre, Ramón Rivera Cháidez, quien hoy fue sepultado en esta ciudad.
En la misa de cuerpo presente oficiada esta mañana por el propio cardenal Rivera Carrera en la Iglesia del Carmen, el representante de El Vaticano en México, Giuseppe Bertello leyó el escrito firmado por el secretario de Estado del Papa, Angelo Sodano.
"Con estos deseos el Santo Padre les imparte con afecto y en prenda de la constante existencia divina, la confortadora bendición apostólica como signo de esperanza en el Señor resucitado", dijo.
"En esta dolorosa circunstancia, reciba también señor Cardenal, mi sentida condolencia, junto con el recuerdo personal en la oración", indica en el documento el secretario de Estado papal.
En la homilía concelebrada con sus obispos auxiliares, Rivera Carrera recordó de su padre fallecido el miércoles anterior, el sentido de seguridad, firmeza y responsabilidad "que siempre nos mostró en la vida..., pasara lo que pasara".
Todo esto, dijo, "con una paz que nada turbaba, que nada cambiaba y de ahí salía siempre un sentido del humor, tomar con humor la vida, los acontecimientos".
"El sabía en quien creía, él tenía una roca firme, inconmovible, Cristo Jesús, él siempre se acercó a la vez al Señor para alimentarse con aquél que da la vida, con aquél que da la fuerza, con aquél que da la seguridad, encomendémoslo", concluyó.
A la misa asistió el gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco y clérigos allegados al cardenal Rivera Carrera, como el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, quien definió el acto como un evento "donde sus amigos lo acompañamos en el dolor, como lo acompañamos en la alegría".
En entrevista, Cepeda dijo que como a cualquier ser humano, Rivera Carrera fue impactado por la pérdida de su padre de 93 años de edad, luego de una intervención quirúrgica por una afección cardiaca en el Hospital Los Angeles de la Ciudad de México.
"El hecho de ser cardenal no quiere decir que no sea humano y que no le impacte el dolor, el sufrimiento de su madre, de los suyos y el suyo propio con la muerte de su padre", manifestó.
A la misa acudieron también el obispo de Monterrey, Francisco Robles Ortega; los obispos auxiliares de México, Felipe Tejeda; de Monterrey, José Lizares Estrada y de Texcoco, Juan Manuel Mancillas.
Asimismo, estuvieron presentes en el acto religioso, el obispo de la Iglesia Ortodoxa, Antonio Chedraui y el obispo emérito de Durango, Antonio López Aviña.
Rivera Cháidez, cuyos restos habían arribado la víspera a esta ciudad y velados en las capillas "Benito M. Flores", fue sepultado poco después del mediodía en el Parque Funeral "Guadalupe", al sur de la ciudad.
Entre los familiares del Cardenal se encontraba su madre, la señora Soledad Carrera y sus hermanos, Javier, Margarita y Hermila, quienes recibieron las condolencias de los asistentes.