29 octubre 2003
BOGOTA, (Reuters).- El gabinete del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, ofreció presentar su renuncia después del aparente fracaso de las propuestas económicas y políticas sometidas a un referendo, pero el mandatario no ha tomado ninguna decisión, dijeron el miércoles fuentes del gobierno.
Los 13 ministros que conforman el gabinete de Uribe permanecerán en sus cargos hasta que el presidente tome una decisión al respecto, señalaron.
Uribe, quien asumió el cargo en agosto del 2002, ha reiterado en numerosas ocasiones que pretende mantener en sus cuatro años a sus ministros, pero dirigentes políticos opositores y analistas aseguran que debe recomponer su gabinete después del fracaso del referendo.
También mencionan como otra de las razones para un eventual reajuste del gabinete, el avance de la izquierda en las elecciones locales y regionales del domingo, en las que el ex sindicalista Luis Eduardo Garzón ganó la alcaldía de Bogotá, el segundo cargo político más importante del país.
En los círculos políticos y en los medios de comunicación se habla insistentemente de la salida del ministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño, uno de los arquitectos del referendo que se votó el sábado.
Londoño, un controvertido funcionario que ha atacado verbalmente a los críticos del gobierno, dijo recientemente que su continuidad en el cargo está en manos del presidente.
La única dimisión en el gabinete de Uribe se presentó el pasado 6 de junio, en la cartera de Hacienda, cuando salió Roberto Junguito, aunque siguió en el gobierno como asesor. El funcionario fue reemplazado por su hasta entonces viceministro, Alberto Carrasquilla.
Uribe se dirigirá al país por radio y televisión el miércoles a las 20.30 hora local y se prevé que anunciará algunas medidas de carácter fiscal.
Escrutado el 97,62 por ciento de las mesas de votación por las autoridades electorales, ninguna de las 15 iniciativas del referendo obtuvo los casi 6,3 millones de votos necesarios para su aprobación.
Aunque algunas de las propuestas podrían alcanzar el umbral para ser aprobadas, las medidas claves como las que buscan congelar por dos años los sueldos de la mayoría de los trabajadores estatales, reducir el tamaño del Congreso y congelar gastos, se encontraban aún alejadas de la votación mínima necesarios.