Torreón, Coah.- La gente las adoraba, su imagen era casi “intocable”... si alguien podía presumir de contar con todo el cariño y apoyo de la gente esas eran Britney Spears, Lucero y Myriam Montemayor, pero de un momento a otro sus vidas dieron un vuelco debido a su comportamiento.
Britney desilusionó a sus fans con el primer saludo que hizo en la visita que realizó a México el año pasado; Lucerito se divorció de la prensa, y de pasada de la gente, por su actitud altanera con los medios de comunicación, mientras que a la regiomontana Myriam le “ganó” el sentimiento por no haber resultado ganadora del Desafío de Estrellas.
Aunque seguramente a este trío aún le faltan muchos éxitos por conseguir, es un hecho que algo tendrán que hacer para reconciliarse con su público mexicano, de lo contrario le pueden ir diciendo adiós a las “mieles de la fama”...
Gracias a la “Britney señal”
En julio de 2002, cuando su carrera estaba en la cima, Britney Spears visitó la capital mexicana para ofrecer dos magnos conciertos en el Foro Sol. Sus admiradores y la prensa la esperaban ansiosos, no hubo día en que no se hablara de ella, hasta que llegó el esperado momento: el arribo de la sensual rubia al país.
Eran las 21:15 horas, de la noche del 24 de julio; Britney aterrizó en el aeropuerto de Toluca en un avión privado, las cámaras de Televisa captaron las únicas imágenes de la estrella del pop, quien fue interceptada en un alto mientras iba escoltada por vehículos de la Policía Federal Preventiva y elementos de seguridad particular y del Estado de México.
La reportera la abordó en busca de un saludo para el público mexicano, pero Britney, que estaba acompañada por su representante, sólo volteó en forma prepotente para hacer un gesto obsceno a la cámara de televisión, extendiendo su dedo medio.
Ese “saludo” (que después explicó iba dirigido a los periodistas, y no a sus simpatizantes mexicanos), aunado a la suspensión de su segundo concierto en el DF y las declaraciones que hizo posteriormente a la prensa sobre su relación íntima con Justin Timberlake, terminaron por derrumbar la imagen inocente y virginal de la llamada “princesa del pop”, quién además pierde a miles de simpatizantes al encabezar una campaña en contra del tráfico de música digital a través de Internet.
Aunque muchas de sus actitudes de diva a lo largo de su última gira le hicieron perder algunos puntos de popularidad, al menos respecto a sus competidoras más cercanas, Britney sigue siendo una enorme figura en la industria. En total, ha vendido 37 millones de discos alrededor del mundo y es la única cantante que ha logrado que sus tres álbumes debuten en el primer lugar del Top 200 de la revista Billboard.
Batean a la Novia de América
El pasado 14 de agosto, después de que uno de sus guardaespaldas desenfundó su pistola y amenazó a periodistas al término de las cien representaciones de la obra Regina, la imagen de Lucero comenzó a resquebrajarse.
Aunque no fue ella quien amenazó a la treintena de periodistas que buscaban una entrevista, la prensa no le perdona que haya apoyado la actitud del “guarura” Fernando Guzmán. Luego del incidente, Lucero convocó a la prensa para hablar del asunto, pero la que sería una oportunidad para aclarar la situación se convirtió en una reyerta y tanto los periodistas como la actriz se enfrascaron en un ríspido intercambio de palabras que empeoró la situación.
La cantante no sólo rehusó pedir disculpas por el comportamiento de su personal de seguridad, también arremetió contra los medios, que, según ella, no la dejan en paz y la acosan. Además, enfatizó, los periodistas le fastidian y no los necesita. “¿Qué?”, le preguntaron los medios, y abrieron fuego contra la belleza angelical de la hasta ahora querida actriz que, desde ese momento recibe un bombardeo de críticas.
Desde entonces, el sólo hecho de mencionar su nombre se presta para la polémica. Cientos de seguidores de la esposa de Mijares y compañeros del medio artístico, han dividido opiniones: unos la apoyan mencionando que toda la culpa la tiene la prensa, pues aseguran que en últimos años se ha vuelto amarillista. Otros reprueban su actitud; prueba de esto último es que en el Estado de Hidalgo hay una campaña de repudio y boicot en su contra.
Mientras tanto, “Chispita” sigue participando en la filmación de la cinta Zapata –protagonizada por Alejandro Fernández-, el patronato del Teletón está en espera de que la actriz pida una disculpa a los medios para que continúe siendo la imagen oficial del mismo, y Fernando Guzmán, el guardaespaldas, podría terminar con una eventual exoneración, al presentar sus abogados el permiso de portación de arma de fuego y las cartas credenciales que lo acreditan como miembro activo de la Policía Bancaria e Industrial durante la tarde de ayer.
“La camarita” la descubrió
¡Oh decepción! la gente nunca imaginó que Myriam Montemayor fuera a poner esa cara de coraje cuando le dijeron que había ocupado el tercer lugar en la final del Desafío de Estrellas. En ese momento la nicolaita quedó atónita, no pudo pronunciar palabra, siendo ese el primer indicio de su molestia. Su ausencia en el festejo que hace después del concurso Tv Azteca, corroboró su enojo.
En vista de que la tierna chica no acudiría, los medios fueron en su busca a los camerinos. No pudo ocultar su molestia por los resultados y aunque descartó que hubiera fraude, justificó su derrota con el argumento de que Yahir tuvo más promoción.
Cautelosa pero al mismo tiempo contradictoria en sus declaraciones a la prensa, la regiomontana aclaró que no le dolía perder un premio sino no haber podido reafirmarse como ganadora.
“Definitivamente Yahir tiene mucha promoción por la novela, pero creo que se lo merecía... todos (los finalistas) nos lo merecíamos (el primer lugar) porque nos hemos entregado en el escenario y cualquiera hubiera ganado”, después remató “el simple hecho de que Oscar López, que no era maestro, fuera parte del jurado y a la vez productor de Yahir, le benefició”, dijo la pelirroja visiblemente descompuesta acompañada de su mamá, quien agregó que “ya le había advertido a Myriam de que estuviera preparada para cualquier decisión”.
En ese momento, muchos de los seguidores de la chica quedaron decepcionados por su actitud. Los medios de comunicación cuestionaron su comportamiento, mientras que en los portales de Internet, incluyendo el de El Siglo de Torreón, llegaron a tacharla de envidiosa y egoísta por querer ser ella nuevamente la ganadora (ya había obtenido dos y medio millones de pesos en la final de la primera generación de La Academia).
Aunque ese hecho le costó la pérdida de simpatizantes y abucheos en los conciertos que se presenta –incluyendo el que dieron las dos generaciones en el Zócalo Capitalino- Myriam sigue vendiendo discos y ubicándose entre las preferidas del público. Pero definitivamente sabe que el 13 no es su número de la suerte, pues fue un 13 de julio (final del Desafío...) cuando supo lo que era la desgracia.