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MÉXICO, DF.- ¿Dónde dejó Rebeca a Ricky Martin? Evidentemente no lo sabe, pues la semana pasada se le vio acompañada de un hombre de aproximadamente 34 años y de buena apariencia.
La pareja entró a Plaza Centro de la conocida avenida Masaryk, para ingresar al complejo cinematográfico de Casa de Arte que en ese centro comercial se ubica.
Después de haber adquirido su par de boletos, la pareja se dirigió a la sala bajo una actitud amistosa alrededor de las seis y media de la tarde.
La conductora de televisión pasó inadvertida para la mayoría de la gente, pues iba vestida de manera discreta con chamarra color caqui y unos jeans. Ya son dos las ocasiones que se les ve juntos.
Hace unos día durante un desfile de modas, la conductora ni confirmó ni desmintió la supuesta relación amorosa que tiene con Ricky Martin, porque consideró que sería una falta de respeto a la causa que encabeza a través de Avon.
"No voy a hablar nada de Ricky Martin porque estoy en la cruzada contra el cáncer, que es algo muy serio y merece todo mi respeto. Soy una persona muy ética en ese sentido”.
"Soy una mujer accesible con los medios pero hoy el tema de mi vida personal no es importante y de ahí no me van a sacar el día de hoy, soy bien pesada en eso", indicó.
Respecto a los comentarios en torno a su supuesto romance con el puertorriqueño, De Alba afirmó que no le importan.
"Mientras yo no diga, no tengo porque aclarar. Soy responsable de mis palabras, no de lo que dicen los demás.
No me importa lo que piensen los medios ni la gente, yo sé mi vida, sé por qué tomo mis decisiones y eso es lo único importante para mí", enfatizó.
Cuestionada sobre el "sabor de boca" que le deja lo que se publica sobre su supuesto romance, expresó que es una mujer ocupada como para estar al pendiente de lo que se dice sobre ella.
"Soy una mujer comprometida con mi trabajo, que tiene otras prioridades como para estar fijándome en lo que se dice de mí en la prensa.
"Al final, el periódico de hoy en la mañana está en la jaula de los pericos, y las revistas del corazón mañana están envolviendo pescado muerto en los mercados", recalcó.
De Alba exhortó a algunos medios de comunicación a que no mientan porque denigran a los que sí son serios y dicen la verdad.
Sus “amores perros"
No se trata de una relación sentimental brava, ni de la secuela de la famosa película, sino -literalmente- del gran afecto que la conductora tiene por sus dos mascotas, a las cuales recogió de la calle y cuidó desde su nacimiento. Rebecca dice que no se arrepiente de haber adoptado a sus perros ni los cambiaría por otros de pedigrí, pues ellos han dado alegría a su vida
-La actriz se preocupa por sus mascotas como si fueran sus hijos: "Lo que pasa es que amo a mis perros desde que los adopté junto con su madre y otros hermanitos, y si están así de bonitos, es porque para mí es como cuando alguien está enamorado: si te aman y te tratan bien, te ves bien. Y con ellos sucede de esa forma, yo los he llenado de amor, ternura, cuidado, atenciones, siempre he visto por ellos".
-Todo sucedió hace un año cuando Rebecca vivía cerca de la iglesia de la Covadonga, en Polanco, y a través de una de las ventanas de la casa vio en un barranco a una perra mal alimentada con cuatro cachorros muriéndose de hambre, “entonces comencé a pasarles comida por un agujero que, de hecho, yo hice. Tuve la necesidad de viajar por tres meses, pero no los dejé desamparados, los encargué con alguien para que continuara alimentándolos”.
-Se preocupó tanto por ellos que hablaba por teléfono para indicar que no los olvidaran. “Cuando regresé ya habían mejorado notablemente, lo cachorros iban creciendo y me fui encariñando con ellos".
-Rebecca cuenta que desde el primer día que comenzó a acercarse a los cachorros y, creyendo que la mamá le pudiera tener más confianza, decidió ponerle por nombre La Chata.
-Incluso, dice que también han querido aprovecharse de que ella es una persona pública, pues la demandaron -y quisieron sacarle dinero- por una supuesta mordida de estos perros a una empleada doméstica.
-A veces, el tener a una mascota implica una difícil aceptación por parte de la familia o amigos, explica la conductora. "Algunos amigos sí (se incomodaron) por el prejuicio de que eran callejeros, decían que tal vez tuvieran pulgas o algún bicho, y también que no les agradaba la idea de pasar a la casa por aquello de que según los muebles tuvieran pelos o que hubiera olor a perro. No me gustó esa actitud, pero se los respeté, y lo que decidí fue mejor recibirlos en la terraza de la casa, además no quería que nadie les hiciera groserías a Beca y Titán".
-Rebecca comenta que pasa momentos muy divertidos con sus perros, sobre todo termina cansada con los juegos bruscos de Titán. Y de Beca dice que es una coqueta, pues los ojos de la perrita proyectan esa actitud.
FUENTE: Agencias