12 septiembre 2003
Cancún (México), (EFE).- El representante del Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Zoellick, reclamó hoy mayor acceso a los mercados agrícolas de los países en desarrollo de nivel intermedio que integran el heterogéneo Grupo de los 21 en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En una reunión con ese colectivo, Zoellick explicó que se refería concretamente a países latinoamericanos y asiáticos y no a los más pobres, que pueden necesitar un trato especial.
Agregó que tenía que llevar a Washington algo concreto de la V Reunión Ministerial que la OMC celebra estos días en Cancún, según supo EFE de fuentes diplomáticas que asistieron a ella.
Zoellick criticó que países del G-21 como la India, Pakistán y Brasil mantengan aranceles promedios muy elevados, y dijo que el desarme arancelario beneficiaría a los propios países en desarrollo.
La mitad del comercio agrícola de Argentina es hacia otros países en desarrollo, explicó el negociador norteamericano.
En conferencia de prensa, el coordinador del G-21 y ministro de Exteriores del Brasil, Celso Luiz Nunez Amorim, no quiso responder a una pregunta sobre la existencia de presiones por parte de europeos o norteamericanos sobre ese grupo y sobre otros países que no forman parte del mismo pero coinciden con su postura.
Concretamente, el senador Chuck Grassley, presidente del comité de Finanzas del Congreso norteamericano, hizo hoy desde EEUU un comentario muy crítico hacia el G-21 al señalar que muchos de sus integrantes reclaman recortes de las ayudas internas (de los países ricos) a la agricultura pero no están dispuestos a abrir a cambio sus mercados.
Grassley calificó de "especialmente perturbador" el hecho de que algunos países que se han alineado con las posiciones del grupo como Colombia, El Salvador, Costa Rica, Marruecos, Tailandia, Egipto, Guatemala y Suráfrica, tratan de negociar acuerdos comerciales de libre comercio con EEUU pero se resisten a abrirse al comercio agrícola.
La ministra de Comercio Exterior de Ecuador, Yvonne Baki, señaló, por su parte, que las conversaciones que el grupo de los veintiuno mantuvo hoy con la Unión Europea fueron "más difíciles" que las celebradas con EEUU en el tema concreto de los subsidios a la exportación.
La UE no está dispuesta a eliminar esos subsidios sino para ciertos productos de especial importancia para los países en desarrollo mientras que EEUU mantiene ese objetivo, aunque en un compromiso coyuntural con Bruselas para hacer avanzar la ronda ha apoyado las posiciones más moderadas de los Quince.
En sus conversaciones con el G-21, el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, dijo hoy que los Quince rechazan que se ponga topes a la llamada "caja verde" porque las ayudas agrupadas en ella no distorsionan el comercio agrícola.
Las ayudas de la caja verde no aumenta la producción agrícola, que está en el origen del "dumping" de los países ricos, porque se destinan a programas ambientales o desarrollo rural, según argumentó Fischler.
Los países del G-21 acusan a EEUU y la UE de intentar disimular sus ayudas, pasándolas de una "caja" a otra, y piden la eliminación de la "azul" (ayudas desvinculadas de la producción) y el pase de todas a la "ámbar", donde están los subsidios más distorsionantes del comercio, que los países deben reducir progresivamente.
El rechazo frontal de esos subsidios es precisamente el elemento aglutinador del bloque del G-21: los exportadores netos agrícolas los critican porque no pueden competir con las generosas subvenciones públicas de los gobiernos ricos hacia sus agricultores, mientras que otros países en desarrollo menos afortunados se quejan de que destruyen sus agriculturas de subsistencia.
El ministro de Agricultura de Singapur, George Yeo, ha sido encargado por la OMC a la difícil tarea de aproximar de aquí al final de la reunión, el domingo, las posturas defendidas por los diferentes grupos y así desatrancar un tema sin cuya solución no habrá avance alguno en los otros que se negocian aquí.