Con el fin de garantizar a los usuarios seguridad al recibir el servicio de transportación, el Sindicato de la Alianza lleva a cabo operativos internos para decomisar placas a los taxis conducidos por choferes que no están registrados en la agrupación y de los cuales se desconocen antecedentes, además de también aprovechar para detectar a quienes trabajan luego de ingerir embriagantes o drogas.
Ayer, El Siglo de Durango fue testigo de un operativo realizado a las 14:00 horas por el Sindicato de la Alianza, en su Base Betta, en el crucero de las avenidas Primo de Verdad y González de la Vega, donde se detuvo a vehículos del servicio de taxis para verificar que sus conductores tuvieran regularizados sus derechos, además de que no trajeran aliento alcohólico ni menos signos de drogadicación.
Encabezados por Armando García Gurrola, los miembros de la coordinación de la Base Betta, avalados por integrantes del comité ejecutivo de la Alianza, detectaron casos de choferes de taxis que no traían consigo la credencial expedida por la organización, lo cual significaba que no había antecedentes de ellos.
Según lo explicó Armando García Gurrola, el objetivo era llevar un control interno de todos los choferes de vehículos cuyos concesionarios son afiliados de la Alianza, ya que cualquier conductor debía entregar carta de no antecedentes penales, domicilio y otros datos de identificación. Con ello se garantiza la seguridad a los usuarios.
Los operativos realizados a diferentes horas y en zonas distintas de la ciudad, sobre todo los nocturnos, comprenden también la verificación de las condiciones físicas de los choferes. Y a quienes se les ha detectado en estado de embriaguez, se les cancela el permiso.
También se les revisa que porten la camisa blanca que se exige para operar las unidades, con lo cual, según reiteró Armando García, se busca eficientar el servicio. Afirmó que era una forma de coadyuvar con las autoridades del Transporte a llevar un control que permita haya seguridad.