EL PAÍS
WASHINGTON, EU.- Francia, Alemania y Rusia no podrán acceder a la subasta abierta a 63 países que pueden participar en los 26 grandes contratos para la reconstrucción de Iraq, contratos basados en los 16 mil 800 millones de dólares (unos 190 millones 176 mil pesos) aportados por EU. El Pentágono, en una carta firmada el día cinco por su número dos, Paul Wolfowitz, y dada a conocer ayer, dice que “es necesario, para la protección de los intereses esenciales de la seguridad de EU, limitar la competición de los contratos principales a empresas de EU, Iraq, aliados de la Coalición y países que aportan soldados”.
La lista incluye 63 países, entre ellos España y algo más de una docena de naciones comunitarias y europeas, junto a Japón, Egipto, Arabia Saudí, Afganistán, Albania, Eritrea, Ruanda, Macedonia o las islas Marshall, entre otros. Sus empresas pueden competir en las licitaciones para las obras destinadas a mejorar las infraestructuras.
Los que no figuran en esa lista -entre los grandes, China y Canadá, además de los ya mencionados- sí pueden participar en las decenas de subcontratos que se crearán a partir de los 26 sectoriales. México y Chile, que se negaron a votar a favor de las resoluciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para dar luz verde a la guerra, también han quedado fuera.
Wolfowitz, uno de los jefes de filas del grupo conocido como los neoconservadores que dirigieron la política que llevó a la guerra de Iraq, dice en su carta de cinco folios que las tropas extranjeras en Iraq han pasado de 14 mil a 23 mil 700, y que, gracias a eso, hay 12 mil soldados estadounidenses menos. “Al limitar la competición por los contratos principales se estimula la cooperación internacional y los futuros esfuerzos sobre Iraq”. Pero el senador demócrata Joseph Biden cree que se trata de “una bofetada absolutamente gratuita” que no contribuye a “proteger nuestros intereses de seguridad y sí a enemistarnos con países que necesitamos que estén con nosotros en Iraq”. El candidato demócrata John Kerry no puede “pensar en nada más tonto, insultante y susceptible de causar el rechazo de esos países y el potencial fracaso de nuestra política”. Otros congresistas republicanos se unieron ayer a estas críticas.
“No”, rechazó la Casa Blanca, “la medida es apropiada y razonable”, porque “los contratos principales de la reconstrucción dotados con dinero de los contribuyentes estadounidenses deberían ir destinados a los iraquíes y a los países que trabajan con EU en la difícil tarea de ayudar a construir una sociedad libre, democrática y próspera en Iraq”. El portavoz, Scott McClellan, añadió que, además de los subcontratos, cualquier empresa de cualquier país puede acudir a las licitaciones de proyectos dotados con el fondo de 13 mil millones de dólares (unos 147 mil 160 millones de pesos) que maneja el Banco Mundial.
Fuentes del Pentágono fueron un poco más allá al tomar nota de la reacción de Francia y Alemania: “No deja de ser sorprendente su falta de pudor. Con esto demuestran claramente que lo único que les interesa de Iraq es el dinero de la reconstrucción”, señalaron esas fuentes, que insisten, como la Casa Blanca, en que Alemania, Francia, Rusia y otros países tienen amplias oportunidades de competir por contratos de Iraq, dado que la decisión del Pentágono sólo se refiere a los fondos financiados por el Tesoro de EU, no a los 13 mil millones recaudados en la Conferencia de Donantes de Madrid, que gestionan el Banco Mundial y Naciones Unidas. Existe además un tercer Fondo para el Desarrollo derivado de las ventas de petróleo iraquí de 15 mil millones de dólares (unos 169 mil 800 millones de pesos), que gestiona la Coalición en coordinación con los organismos internacionales y del que, por el momento, no se ha excluido a ningún país.
El Pentágono tiene previsto resolver los concursos de licitaciones a comienzos de febrero y, según fuentes familiarizadas con el proceso, se elegirán “como máximo” a 20 empresas. El reparto estará centralizado en la Oficina de Gestión de Proyectos del Pentágono en Iraq (Project Management Office, PMO) dirigida por el almirante David Nash, que coordinará con Naciones Unidas y el Banco Mundial las contratas que éstos otorguen, para evitar que se dupliquen los trabajos. Scott McClellan, que reconoció ayer que la decisión del Pentágono no va a ayudar a recuperar las dañadas relaciones entre Washington y París, Berlín y Moscú, dijo también que sí hay más países que quieren implicarse en Iraq, “las circunstancias puede cambiar”. En su opinión, las condiciones impuestas no violan las normas de la Organización Mundial de Comercio.