Reuters
SEÚL, COREA DEL SUR.- El presidente de Corea del Sur, que ha puesto en juego su reputación con su política de compromisos con Corea del Norte, restó importancia ayer a las criticas por la exclusión de Seúl de las conversaciones sobre la supuesta intención del vecino norteño de desarrollar armas nucleares.
Roh Moo-hyun exhortó a los detractores a centrarse en los resultados de las próximas conversaciones en Pekín, después que los medios de comunicación surcoreanos criticaron el fracaso de Seúl en obtener un puesto en la mesa de negociaciones.
Aunque Roh trató de aparentar calma por haber sido excluido de las conversaciones, Pyongyang se las ingenió para añadir insultos a la injuria al pedirle a Seúl más ayuda alimentaria.
Pero Roh expresó que Corea del Norte, de gobierno comunista, tenía que tener tacto al iniciar una conversación para poner fin a una disputa que ha dañado la economía de Corea del Sur.
“El resultado es el que tiene que ser bueno”, dijo en una reunión con funcionarios gubernamentales. Añadió que las criticas en Seúl eran ilógicas y que podrían dañar los futuros proyectos de conversaciones.
El asesor en política exterior, Ban Ki-moon, dijo que las conversaciones de Pekín darían un “súbito comienzo” a un diálogo por el que Seúl viene abogando desde hace tiempo.
“Si nos hubiéramos involucrado en conversaciones de cuatro o cinco partes, las negociaciones de tres no habrían sucedido”, dijo Ban.
Por su parte, Washington manifestó que no esperaba un progreso inmediato entre Corea del Norte, Estados Unidos y China en una crisis de seis meses que ha aumentado la tensión en la península coreana tan dividida y militarizada.
“Esto se debe considerar como discusiones iniciales”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sean McCormack.
Los medios surcoreanos de prensa criticaron a Roh por no haber asegurado su participación tras haber dicho que desempeñaría un papel principal en las conversaciones.