Los Ángeles, EU.- El funeral del fallecido actor Gregory Peck, una de las máximas leyendas de Hollywood, se realizó ayer por la tarde en la Catedral Nuestra Señora de Los Ángeles.
Peck, 87 años, falleció el pasado jueves tras una larga carrera en la que interpretó papeles memorables como el del abogado Atticus Finch en Matar a un Ruiseñor.
El cardenal Roger Mahony, amigo personal de Peck, se encargó del sermón en este servicio en la recién inaugurada Catedral católica de Los Ángeles, en el corazón de la ciudad. Además, el actor y amigo de Peck, Brock Peters se encargó del panegírico. Brock Peters interpretó el papel del trabajador negro acusado de violar a una mujer blanca en este clásico del cine de Hollywood por el que Peck ganó el Oscar al mejor actor.
También participaron en el oficio religioso sus hijos Stephen, Carey, Anthony y Cecilia, junto con los seis nietos del actor. El quinto hijo de Gregory Peck, Anthony, se suicidó hace años.
Peck ha sido recordado como el retrato de la honestidad y la nobleza de Hollywood, dedicado a perpetuar lo mejor de la raza humana tanto en la pantalla como fuera de ella.
Candidato al Oscar en cuatro ocasiones, por The Keys to the Kingdom, The Yearling, Gentlemen’s Agreement y Twelve O’Clock High, logró su única estatuilla con su quinta candidatura, Matar a un Ruiseñor.
Otros de sus filmes son Vacaciones Romanas, Recuerda, Los Cañones de Navarone, MacArthur y La Profecía.
Peck también recibió el premio Jean Hersholt, un Oscar de honor que le fue concedido en 1968 por su labor humanitaria.