POR MARTÍN CHÁVEZ CHÁVEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La presencia de fieles en la Iglesia Católica el Miércoles de Ceniza, anunció el inicio de la Cuaresma; ayer la asistencia a los templos fue también para elevar plegarias por la paz del mundo.
“La amenaza de guerra está latente y aunque parece inminente, se puede evitar”, dijo Jesús Medrano, egresado del Instituto Tecnológico de La Laguna (ITL), quien a temprana hora ya exhibía la cruz en la frente.
De acuerdo con La Buena Nueva, periódico de la Diócesis de Torreón, al acudir a los templos para que se imponga la ceniza, se expresa la humildad y sinceridad de corazón, que se desea la conversión y creencia en el Evangelio.
La imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la misa, después de la homilía, aunque en circunstan-cias especiales se puede hacer dentro de una Celebración de la Palabra. La ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII.
El párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima en la colonia Braulio Fernández Aguirre, Jesús de la Torre de la Torre, aseguró ayer que la gente está preocupada; se observa en las jornadas de oración los jueves y viernes, donde hay más asistencia, gente temerosa, “porque vemos dudoso a Fox que anda involucrándose”.
Ayer, los fieles acudieron a recibir la ceniza, pero muchos se quedaron para hacer oración, no es muy abultado porque este día siempre provoca movilizaciones enormes, principalmente por las tardes y llegada la noche que es cuando la gente termina su trabajo diario.
Este día, aunque la gente no sea llamada acude a las iglesias sin saber los horarios de imposición.
“Yo creo que en esto de la interpretación del Miércoles de Ceniza, hay mucha variedad; cuando un sacerdote atiende bien a su comunidad cristiana, la gente tiene una apreciación correcta del significado, pero cuando no ocurre eso, muchos acuden hasta porque dicen que si no van tendrán mala suerte”, explicó De la Torre de la Torre.
Por lo anterior, hay unos que orientan bien y otros no y son estos últimos los que provocan que los supersticiosos “a cualquier vaca se le hinquen”, señaló, mientras seguían llegando fieles a Nuestra Señora de Fátima.
Jesús Medrano recordó que el domingo pasado en que acudió a misa, el sacerdote de San Felipe, en la colonia Ampliación Los Ángeles, habló de la posible guerra e invitó a la gente ayunar, pues no se están midiendo consecuencias.
El párroco, añadió Medrano, habló de la llamada guerra bacteriológica y sus consecuencias, así como la lenta pero efectiva destrucción; “es como hace erupción un volcán, las cenizas llegan hasta donde no te imaginas”.
Ayer, la gente como cada año, acudió a los templos católicos y la oración de muchos fue por la paz del mundo.