04 octubre 2003
BUENOS AIRES, (Reuters).- La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado argentino a indemnizar con 400.000 dólares a la familia de un joven que murió por las torturas recibidas en una comisaría tras ser detenido por la policía.
El joven Walter Bulacio, entonces de 17 años, fue arrestado en abril de 1991 cuando asistía a un recital de rock en Buenos Aires. Después de sufrir una descompensación, fue trasladado a un hospital donde murió cinco días más tarde por los golpes y tormentos recibidos durante su detención en la comisaría, según determinaron distintas investigaciones.
El fallo de la CIDH fue emitido por unanimidad el 18 de septiembre pasado y dado a conocer el viernes por la entidad privada defensora de los derechos humanos argentina, Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
"El máximo órgano de justicia de América condenó al Estado argentino y le ordenó adoptar distintas medidas para reparar las violaciones a los derechos a la vida, integridad personal (...), protección judicial efectiva en perjuicio del joven y su familia", dijo el CELS en un comunicado.
Según el CELS -uno de los denunciantes ante el tribunal internacional- este es el primer caso argentino de represión policial en ser tratado por la CIDH tras el regreso de la democracia en 1983. Si bien los peritajes demostraron que la muerte del joven se debió a los golpes propinados por la policía, la justicia argentina absolvió a los efectivos sospechosos y dio por cerrada la causa, por lo que los abogados del caso apelaron el fallo ante la CIDH, que determinó que el Estado argentino debe pagar 400.000 dólares a la familia de Bulacio.
La CIDH, con sede en Costa Rica, dispuso también que la causa sea reabierta, 12 años después de la muerte de Bulacio, que se convirtió en un símbolo de la violencia policial contra los jóvenes.
El tribunal también instó al Estado argentino a modificar leyes y prácticas policiales "para evitar que casos como estos sigan ocurriendo", señaló el CELS.